Aforo completo en la actuación del pasado jueves de Gari en Bilborock, en el que era el concierto de despedida de su actual gira de presentación de «Esperantza kondenatua», en otro de los conciertos derivados hacia otro local tras el cierre de Kafe Antzokia. Gari demostró poder de convocatoria, tanto ante el anuncio de la retirada de los escenarios por un tiempo como por los invitados con que contó, poco habituales en la vida del cantante. En una charla informal de calle hace unas semanas, Gari nos comentaba su disgusto y desencanto por lo mal que había funcionado su último disco (uno de sus mejores trabajos), así como su contrariedad por las escasas actuaciones que había tenido durante el verano. La verdad es que no existen razones objetivas para que ninguno de sus capítulos haya circulado con la frescura que debían, pero así de arrogante, despiadada e irreflexiva es esta escena musical, con gestores que, en muchas ocasiones, prefieren lo común a lo elegante. Más aún en un año en el que Gari había acuñado una de sus mejores formaciones de acompañamiento.

Lástima también que el carácter dubitativo y frágil del artista nos haya privado de conocer cuál era su momento ante la despedida y, al parecer, exilio de un año para reflexionar sobre el Todo. No ha habido entrevistas, tampoco es la primera vez que desaparece del mapa, ya lo hizo justamente en su anterior despedida desde Kafe Antzokia, en un concierto previo a su marcha hacia Latinoamérica. Con todo, como el asunto del aforo no está para bromas, según parece, en Bilborock entraron el medio millar reglamentario, por lo que hubo decenas de seguidores que se quedaron en la calle.

«Gari», «Gari», «Gari»... fue un grito común en las dos horas de concierto. El set lo abrió el desparpajo de Las Fellini y Yogurina Borova. Entre travestidos y rock fueron llegando invitados: Gose, Mi Hermana Corina, We Are Standard, Francis, Txanpi y Raúl de Doctor Deseo, Roberto Moso en «Ezer ez da berdin» y cierre de noche con «Amets», con Gose al completo. We Are Standard homenajearon a Labora sicodelizando «Nire bazterrak» y El Mentón de Fogerty hicieron lo mismo con «Txoriak txori». Hugo Allende, de Mi Hermana Corina, y Gari interpretaron «Still young», uno de los momentos relevantes de la noche. En realidad, fue un concierto singular, pues Gari no estuvo en el escenario en numerosas ocasiones. No obstante, el medio millar de entusiastas disfrutaron a tope de las dos horas, en un concierto casi inverosímil por su dinámica, diversidad y trasiego.