La corrección política pasa, ahora mismo, por proclamarse contrario a la Ley de Partidos y, acto seguido, echarle la culpa a la izquierda abertzale de lo que hagan fiscales y tribunales españoles con esa misma ley en la mano.

Ayer, en «El Correo Español», Xabier Gurrutxaga se posicionaba, claro, contra la denostada ley y matizaba, además, que «es obvio que el problema que presenta la izquierda abertzale para la sociedad democrática va mucho más allá y que no se reduce a la ilegalización de una formación ahora, y de una agrupación electoral mañana». O sea, que la izquierda abertzale es un problema para la sociedad vasca. Servidora pensaba que es parte de la misma...

Pero, concretado el principio de lo políticamente correcto, toca ahora cargar la mano contra quien padece el desmán: «la izquierda abertzale y los juristas a ella vinculados saben perfectamente, sin necesidad de que se derogue la ley, cómo `burlar jurídicamente' la ilegalización de nuevas marcas electorales. La izquierda abertzale sabe perfectamente cómo no hay que constituir las agrupaciones electorales, quiénes no deben o no es bueno que integren las listas electorales. Esa izquierda abertzale que padece la ilegalización sabe muy bien cómo se puede articular un discurso de superación de la violencia y de distanciamiento de la misma, apelando a su ineficacia y al de las medidas represivas para resolver el conflicto político, como lo ha expresado Otegi, sin llegar al imperativo de la condena expresa a ETA». Los que sí saben cómo aplicar la legislación son los fiscales y jueces. No lo olvide el columnista.

Pero como de lo que se trata es de situar la pelota en el tejado de los independentistas, Gurrutxaga insiste con el raca- raca: «Saben que se puede lidiar el toro de la Ley de Partidos sin que resulte inevitable la cornada mayor. Solamente hay que tener la voluntad de jugar en este terreno y demostrar con sus actos que uno es realmente lo que dice que es y no lo que los tribunales le atribuyen. Pero vistos los antecedentes y la pinta que presenta la plataforma D3M, uno también tiene la convicción de que a esta izquierda abertzale le va la marcha de la ilegalización». ¡Tiene bemoles la cosa!