PÚBLICO.ES Isaac Rosa 2009/1/13
El último servicio de Bush
Sólo queda una semana para que se vaya el considerado como peor presidente de la historia norteamericana. Ayer se despidió de la prensa. Defendió su legado y rechazó las críticas, sin arrepentimiento alguno. (...)
Cuando deje la Casa Blanca volverá a Texas. Le esperan sus negocios y los privilegios propios de un ex presidente. (...)
Si hubiese justicia, se llevaría más de un susto. Una citación judicial, una orden de detención internacional, algo más que un zapato arrojado en una rueda de prensa. Pero no nos hagamos ilusiones, no veremos a Bush juzgado como criminal de guerra. Nos conformaríamos con que no pudiese salir de Estados Unidos, por miedo a ser detenido.
La reputación moral del país no la ha dañado Bush, no sólo él. Ya estaba muy tocada tras décadas de política exterior criminal, como recordó Harold Pinter al recoger el Nobel. Pero es cierto que con él había tocado fondo. El país había perdido tanto crédito que necesitaba urgentemente un lavado de cara. Y en eso llegó Obama, que hizo que muchos creyesen otra vez en la democracia, la tierra de las oportunidades y etc.
Aún no ha tomado posesión y ya acumula decepciones. Pero no desesperen. Por muy mal que lo haga, por mucho que todo siga más o menos igual, siempre nos parecerá mejor que su predecesor. Ése será el último servicio que prestará Bush a su país: actuar de contraste.