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Una familia rota por la Guerra del 36 y el exilio

«La mujer del anarquista»

Coproducción europea que relata una historia familiar recogida por la guionista y correalizadora Marie Noëlle, a través de la cual describe las consecuencias históricas de la Guerra del 36 durante el duro exilio en el Estado francés. Su abuela es encarnada por María Valverde, mientras que el papel de la madre se lo reparten entre Ivana Baquero e Irene Visedo, en las sucesivas etapas de la niñez y la juventud. La figura del padre ausente la asume Juan Diego Botto.

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Mikel INSAUSTI | DONOSTIA

No es la primera vez que cineastas europeos exploran en las consecuencias políticas de la Guerra del 36, con Ken Loach como ejemplo máximo de visión crítica de lo que fue el alzamiento fascista en su película «Tierra y libertad». Pero Marie Nöelle y Peter Sehr apuntan más, como ya lo hizo Alain Resnais en su día, hacia las duras condiciones del exilio en el Estado francés durante las tres o cuatro décadas posteriores.

Lo que diferencia a «La mujer del anarquista» es que está inspirada en una historia familiar, que Marie Noëlle llegó a conocer a través de los relatos de su abuela, y en menor medida de su madre, perteneciente a la generación de los llamados «niños de la guerra». La pertinente investigación le llevó a encajar esos recuerdos de sus mayores con los acontecimientos históricos, hasta comprender cómo la sublevación militar terminó por separar a sus padres, debido a las perseguidas ideas anarquistas de un progenitor que ya nunca volvió a ser el mismo después del exilio.

El relato, no obstante, está visto desde la perspectivas de esas dos mujeres que se resisten a dar por desaparecido al hombre de la familia. Cuando por fin se reencuentran con él al otro lado de la frontera, la hija ya tiene dieciséis años y la realidad no coincide con la descripción que tenía de la figura paterna.

El paso por el campo de concentración y la enfermedad le han cambiado, arrancándole sus ideales de cuajo. Es víctima de una terrible desubicación, porque el tener que hacer frente al peligro nazi después de huir de la represión franquista, como a tantos otros camaradas, le ha supuesto un excesivo castigo. Lo peor de la condición de exiliado es la impotencia de no poder conectar con los que siguen en el interior, sometidos a los rigores de la clandestinidad.

«La guerra ha terminado», ilustre precedente del trabajo de Noëlle y Sehr

El más ilustre precedente fílmico de «La mujer del anarquista» es «La guerra ha terminado», la primera película que, desde el exterior, abordó la difícil situación de los exiliados políticos durante el franquismo. Aunque fue realizada a mediados de los 60, en el Estado español no se estrenó hasta la transición. Alain Resnais se basó en las experiencias de Jorge Semprún, que escribió el guión ahondando en las razones que acabaron con su expulsión del Partido Comunista. Muestra a una izquierda dividida en el exterior e incapaz de organizar una oposición real al régimen. M. I.

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