Primeros días de ... ¿Una nueva era?
Obama ordena el cierre en un año del campo de detención de Guantánamo
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio curso a una orden ejecutiva para el cierre del campo de detención de la base militar de Guantánamo y de las cárceles secretas de la CIA en el extranjero. También prohíbe la tortura y los malos tratos en los interrogatorios. «Estados Unidos pretende proseguir con la presente lucha contra la violencia y el terrorismo y lo vamos a hacer de forma vigilante», declaró en el Despacho Oval tras plasmar su firma en el decreto.
GARA | WASHINGTON
Una de las primeras decisiones de Barack Obama como presidente fue la suspensión durante 120 días de los procesos judiciales contra las personas detenidas en Guantánamo. Ayer dio un paso más al firmar tres decretos ejecutivos en los que ordena la clausura, en el plazo de un año, del centro de detención de la base militar y de las cárceles secretas de la CIA en el extranjero, además de prohibir el uso en los interrogatorios de la tortura y de los llamados métodos «coercitivos».
Una cuarta orden se refiere de manera específica al caso de Ali al Marri, de origen qatarí. Es el único «combatiente enemigo» en suelo estadounidense.
Llegó a EEUU el 10 de setiembre de 2001 acompañado de su esposa e hijos y con una visa para proseguir con sus estudios en el Estado de Illinois. Fue detenido tres meses después por falsificar la tarjeta bancaria. Obama, que calificó a al-Marri de «manifiestamente peligroso», ordenó la revisión de su caso para determinar si tiene derecho a presentar una demanda para exigir su libertad.
Su abogado, Jonathan Hafetz, denunció que la detención de su cliente, que pasó cinco años y medio en una celda de aislamiento, fue «ilegal». No obstante, expresó su confianza en que «una vez examinados los argumentos, el Tribunal Supremo adopte una decisión correcta».
«El mensaje que estamos enviando al mundo es que EEUU pretende proseguir con la presente lucha contra la violencia y el terrorismo y lo vamos a hacer de forma vigilante», subrayó Obama durante la ceremonia de firma. «Lo vamos a hacer de manera vigilante, efectiva y de acuerdo con nuestros valores e ideales. Estamos decididos a ganar esta lucha y ganarla en nuestros términos», insistió.
En el discurso de investidura del martes, rechazó «como falsa la elección entre nuestra seguridad y nuestros ideales». Ya en el Despacho Oval, afirmó que al ordenar el cierre de Guantánamo no sólo cumple un compromiso que hizo en campaña electoral sino que se ajusta a los valores fundacionales de EEUU.
«Estamos dispuestos a respetar unos ciertos parámetros de conducta; no sólo cuando es fácil, sino también cuando es duro», reiteró.
El procedimiento, no obstante, será complicado. En la actualidad, en torno a 245 personas permanecen en Guantánamo. Una parte de ellos, entre 50 y 60, según algunas fuentes, han recibido el visto bueno para su puesta en libertad. El nuevo Gobierno planea transferirlos a terceros países, pero para ello requiere la implicación de éstos.
Hasta ahora Washington ha tenido problemas en encontrar a países dispuestos a acoger a estos presos, aunque un alto funcionario de la Casa Blanca, que habló bajo condición de anonimato, declaró que esperan «que algunos países que hasta ahora no se han ofrecido lo hagan en el futuro».
Un segundo grupo, considerado «no transferible», será juzgado por tribunales estadounidenses, aunque está por determinar si serán de corte civil o militar. Un tercer grupo de presos considerados «un peligro para la seguridad nacional», pero contra los que no hay pruebas admisibles en un tribunal, verá su destino determinado por un grupo de trabajo que se creará para estudiar qué hacer con ellos.
Obama pidió a los países de la Unión Europea que acojan a parte de estos presos. Éstos, sin embargo, escurrieron el bulto. Fuentes diplomáticas señalaron que «no es urgente» responder a la petición del presidente estadounidense. Los ministros de la UE estudiarán la cuestión en el Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores del lunes.
Oposición y total rechazo
La orden de Obama eclipsó de alguna manera el estreno de Hillary Clinton como secretaria de Estado, recibida con aplausos y gritos de júbilo por cientos de empleados del servicio exterior y civil en la entrada del Departamento de Estado, el edificio que a partir de ahora será su nuevo lugar de trabajo.
En su primer discurso oficial, aseguró que se abre «una nueva era», aunque en el camino deberán afrontar «algunos obstáculos y altibajos». «Haré todo lo que pueda para dejar claro que una diplomacia robusta y un desarrollo eficaz son las mejores herramientas», prometió.
En una rueda de prensa con el presidente Barack Obama y el vicepresidente, Joe Biden, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, anunció que George Mitchell será el enviado de EEUU a Oriente Medio. Richard Holbrooke lo será para Pakistán y Afganistán.
Fidel Castro afirmó en una reflexión publicada el miércoles que no duda de la «honestidad» de Barack Obama, aunque mantiene sus reservas a la espera de que se resuelvan algunos «interrogantes». Aseguró que, a nivel personal, no alberga «la menor duda de la honestidad con que Obama, undécimo presidente desde el 1 de enero de 1959, expresó sus ideas. Pero, a pesar de sus nobles intenciones quedan muchos interrogantes para responder». A modo de ejemplo, se preguntó «cómo podría un sistema despilfarrador y consumista por excelencia preservar el medio ambiente».
El ex mandatario cubano analizó esos «interrogantes» con la presidenta argentina, Cristina Fernández, de visita oficial en la isla. Tras la conversación, que duró cuarenta minutos, la presidenta argentina expresó la buena sintonía existente entre los dos países. Castro, por su parte, remarcó que «el intercambio de ideas fue intenso e interesante como esperaba», ya que su interlocutora «es una persona de convicciones profundas».
«Al hablar de Estados Unidos, le señalé la importancia histórica para Cuba de que diez presidentes hayan transitado a lo largo de 50 años, en los que a pesar del inmenso poder de ese país, no habían podido destruir la Revolución cubana», remarcó Castro.
Cuba y Estados Unidos rompieron relaciones diplomáticas en 1961, aunque desde 1977 mantienen oficinas consulares llamadas. En varias ocasiones, Raúl Castro ha expresado su voluntad de dialogar, pero en condiciones de igualdad y sin intermediarios.
La Organización para los Derechos Humanos en Afganistán recordó que sólo en ese país hay unas 600 personas retenidas en bases de EEUU en Bagram, Kandahar y Jost. Algunos llevan tiempo detenidos sin cargos.
Activistas paquistaníes y afganos aseguraron que la clausura de Guantánamo llega tarde y es insuficiente, y exigieron el cierre de otros centros de detención, que los presos sean compensados y se juzgue a los implicados en casos de tortura.
personas permanecen todavía retenidas en el campo de detención de Guantánamo, por donde han llegado a pasar 800 detenidos. Terceros países han expresado sus reticencias a acoger a parte de estos presos.