Puede que escondidas, a buen recaudo, o quizá olvidadas. El historiador Santiago de Pablo ha podido descubrir y visionar por primera vez algunas de esas historias que nos ayudan a entender el pasado. Un pasado no tan lejano, aquel que supuso un momento de esperanza y que trajo tanta amargura años después. Los tiempos de la república vieron cómo la libertad ejercía de motor para la creatividad, y la ilusión de un mundo más justo hizo que muchas personas creyeran en el poder de las artes para cambiar el mundo. El cine, invento remoto y aún en fase de pruebas jugó un importante papel en toda esta historia. Servía como testigo de la realidad del momento, documentaba mediante imágenes las situaciones vividas en aquellos instantes. La propaganda y la realidad se entremezclan en las cintas de la época. Algunas cintas no aparecerán jamás, fueron destruidas. Otras van viendo la luz a pedazos, se conservan fragmentos en la Filmoteca Epañola, en la Filmoteca Vasca... Ahora algunas de esas cintas han podido ser visionadas de nuevo en México, allí han aparecido en el fondo cinematográfico de la familia del antropólogo y museógrafo Fernando Gamboa (1909-1990). Gamboa colaboró durante la década de los treinta en la acogida de refugiados que llegaban de la república española. Siendo presidente de la liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, al parecer en alguno de los encuentros antifascistas en los que participo, recibió varias cintas que después donaría a la Cinemateca de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Imagino cómo debe sentirse el investigador ante tales visionados, a pesar de que fragmentos de esas cintas ya están en otras películas o de que se conociera su existencia. El hecho de ver algo que a estado oculto tanto tiempo, guardado, tiene que ser algo más que sugestivo. Películas que se creían desaparecidas, reportajes sobre la guerra civil como «Aragón trabaja y lucha» un reportaje anarquista ejemplo del imaginario de la CNT sobre la guerra civil con Aragón como símbolo de la nueva sociedad que trataban de crear en la «región» es uno de los hallazgos. Reportajes propagandísticos sobre la batalla del Ebro, «Episodios de la lucha antifascista en Cataluña y Aragón» o una cinta sobre el Madrid sitiado en la que se da cuenta de las diferentes visiones a cerca de la situación por parte de partidos y sindicatos. Joyas de cine, que están ahí, esperando a que alguien les siga la pista y las desempolve, y las exponga ante las miradas de aquellos que suspiran por saber algo más. Zorionak.