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Cuartos de final de la Copa

Un tropiezo que tiene solución

El Athletic pagó su peor partido de las últimas semanas con un empate que le impide llegar con ventaja al Molinón donde, sin embargo, le basta con marcar un gol. Los rojiblancos desperdiciaron su ocasión más clara, al fallar un penalti Fernando Llorente.

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Amaia U. LASAGABASTER | BILBO

Athletic y Sporting dirimirán los cuartos de final en el partido de vuelta. Toda la emoción de la eliminatoria se reserva para El Molinón. Quizá demasiada, sobre todo para el gusto de la escuadra bilbaina, que no supo aprovechar el factor campo para tomar ventaja.

Lo peor es que, viendo cómo transcurrió el partido de San Mamés, y pese a que Llorente desperdició un penalti, el empate a cero final tampoco parece tan malo. Bien porque el Sporting supo contrarrestar las armas locales, bien porque el Athletic acusó la acumulación de partidos -el de ayer era el sexto en un lapso de apenas 18 días- en un mes en el que apenas ha habido descanso para muchos jugadores, el nivel que ofrecieron ayer los rojiblancos tuvo muy poquito que ver con el que tantas alegrías le ha ofrecido en los últimos tiempos.

Incluso la afición, que llegaba a la cita sumamente ilusionada, si no directamente eufórica, permaneció enmudecida durante buena parte del choque -o incluso dedicando algún que otro silbido a los suyos-, consciente de que el billete a semifinales se encarecía bastante más de lo que cabía prever pocas horas antes. No en vano Athletic y Sporting parecían llegar al partido en situaciones opuestas. En plena racha los primeros, con nueve partidos consecutivos en positivo y mejorando su imagen de partido en partido, y con un par de tropiezos a sus espaldas los segundos, que incluso se empezaban a traducir en alguna polémica interna.

El equipo de Manolo Preciado encontró la mejor manera de reducir su crisis a un amago: siendo superior a su rival y firmando un marcador que le permite llegar vivo a la vuelta.

Desde el principio

Que el partido iba a ser muy diferente a las últimas actuaciones rojiblancas en San Mamés quedó claro desde el pitido inicial. Los asturianos saltaron al campo más puestos y dispuestos a arrebatar la iniciativa a su rival, al que le costó muchos minutos sobreponerse, aunque fuera a duras penas, al dominio visitante.

La clave fue la fortísima presión que ejerció el equipo de Manolo Preciado. Su anfitrión recuperaba balones, sí, pero los volvía a perder casi de inmediato y habitualmente más cerca de su portería que de la rival. Hubo que esperar, de hecho, veinte minutos, para que el Athletic lanzase a puerta, aunque el cabezazo de Fernando Llorente ni siquiera fue entre los tres palos. Para entonces, Barral ya había enviado una volea pegada al palo, Llorente había protagonizado un doble rechace en el área a remates de José Ángel y el propio Barral, y sólo la mala colocación de un compañero había impedido a Omar rematar, con todo a su favor, un buen servicio de Lora.

Lejos de mejorar, el partido parecía empeorar por momentos. Y, pese a todo, la suerte del que lo tiene todo de cara se le apareció al Athletic poco antes de la media hora aunque, lamentablemente, lo hizo de manera demasiado efímera. Un suspiro después de que Sergio Sánchez tuviese que jugársela ante Llorente, Gabilondo forzaba un córner en cuyo rechace se fue al suelo el delantero rojiblanco. La fortuna se travistió en este caso en ceguera arbitral porque sólo Medina Cantalejo vio el penalti de Neru sobre Llorente. La pena fue que el pitxitxi rojiblanco no pudiera agradecérselo: como el domingo ante el Valencia, optó por la paradinha, pero al contrario que entonces, envió el balón a la grada, errando su primer penalti de la temporada.

La acción, que pudo haber sido definitiva, acabó por no tener consecuencias. La dinámica del choque se mantuvo, con un Sporting aguerrido y un Athletic en el que sólo Pablo Orbaiz parecía capaz de mover la pelota con criterio. A los defensas se les acumulaban los problemas cuando atacaban los asturianos y de medio campo hacia arriba no había un sólo jugador que pareciese capaz de dar un pase acertado o incluso de mantener el balón en los pies.

Las ocasiones más claras se vivieron, así, en el área local, donde Iraizoz se las vio para enviar a córner un balón de Lora junto al larguero o para despejar un balón claro ante Barral.

Mejor, aunque no demasiado

A Joaquín Caparrós, lógicamente, el partido le estaba gustando tan poco como a su afición, así que movió ficha en cuanto comenzó el segundo tiempo. David López y, poco después, Joseba Etxeberria, saltaron al campo para intentar reactivar unas bandas que ayer dieron muy poco de sí.

Se notó, con un Athletic algo más picante, que incluso pudo adelantarse con un remate de Llorente que Lora despejó bajo palos o con un centro largo de David López con el que se complicó en exceso Sergio Sánchez. Claro que también pudo hacerlo su rival, con un disparo cruzado de Barral o con un par de acciones en las que hasta cuatro asturianos llegaron a tocar el balón dentro del área sin que los defensores locales consiguieran despejarlo. Conforme avanzaron los minutos, sin embargo, también el Sporting fue sopesando los beneficios del empate, que deja la eliminatoria totalmente abierta para la próxima semana.

«Visto lo visto, el empate no es tan mal resultado», reconoce Joaquín Caparrós

Sin duda, el resultado final fue lo mejor, desde el punto de vista bilbaino, de lo sucedido ayer en San Mamés. El propio Joaquín Caparrós reconoció terminar satisfecho con un empate que mantiene la eliminatoria totalmente abierta.

«Visto lo visto, el empate no es tan malo -admitió el técnico-. Hemos tenido una ocasión muy clara con el penalti, pero ellos también han tenido sus oportunidades». A la hora de analizar el porqué de lo sucedido, el entrenador sevillano explicó que «nos ha faltado esa frescura que tuvimos el otro día, cuando se jugó a un grandísimo ritmo. El Sporting ha sabido neutralizar todo nuestro juego ofensivo y, por tanto, no hemos estado con esa frescura que tuvimos el domingo». Tiene claro Caparrós, en este sentido, que para la próxima semana, de cara al choque de vuelta, el equipo está obligado a recuperar esa frescura «porque tenemos que hacer y queremos hacer un gran esfuerzo».

El técnico, por otro lado, quiso ver la parte positiva de la noche y destacó que el Athletic acabó el encuentro con la puerta a cero. «Siempre hay que quedarse con algo y en este caso es que no nos han metido gol. En la segunda parte, además, no nos han hecho demasiadas ocasiones».

De cara a lo que pueda suceder en Gijón, Caparrós recordó que «la eliminatoria iba a estar abierta aunque hoy hubiésemos ganado por uno o dos goles. Ahora incluso más. Los dos equipos necesitaremos marcar, así que será un partido abierto e intenso».

Manolo Preciado, por su parte, y pese a alguna inevitable alusión a un penalti que sólo vio el colegiado, reconoció que «el resultado es justo, porque ha sido un partido muy parejo. Lo hemos intentado, pero ellos también, así que se tendrá que decidir el miércoles». A.U.L.

El equipo vuelve al trabajo de inmediato

No hay descanso para la plantilla rojiblanca, que hoy vuelve a estar citada en las instalaciones de Lezama (10.30 horas). Joaquín Caparrós empezará a preparar allí el choque frente al Almería, para el que no podrá contar con los sancionados Aitor Ocio y Javi Martínez.

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