Las limitaciones económicas propias y las del mercado de delanteros han llevado al Alavés a apostar por la velocidad y la habilidad del hondureño Walter Peri Martínez para tratar de reflotar el ataque de un equipo que es el quinto que menos goles ha marcado en la categoría. El internacional catracho -apelativo por el que también se denomina a los naturales de Honduras- tenía prevista su llegada ayer a Gasteiz y se le espera en el enteramiento de esta tarde en Ibaia. Llega cedido para seis meses por el Marathón, vigente campeón de la liga hondureña, después de pasar las dos últimas campañas en China, donde marcó 14 goles en 44 partidos.

Al margen de lo exótico de su procedencia -aunque no será el primer hondureño que juegue en el Alavés, ya que en 1973 lo hizo el también atacante Jorge Urquía- sorprende el perfil de jugador, ya que sus características difieren mucho de las de Iñigo Vélez de Mendizabal, el objetivo prioritario de Javi Pérez para este mercado de invierno y cuya contratación no ha sido posible.

Con 26 años y 1,70 de estatura, las referencias que han llegado de Walter Martínez nos hablan de un jugador rápido y habilidoso, cuya posición ideal es la de media punta o segundo delantero. De carácter afable y muy alegre, Peri -apodo que tomó del ex jugador Mario Peri, cuyas características son similares-, es un futbolista muy querido por la afición hondureña, por el cariño y las ganas que demuestra cada vez que ha de jugar con su selección. Los seguidores catrachos recuerdan con afecto cómo el jugador pagó de su bolsillo los billetes para poder acudir a dos partidos de su selección.

Ha disputado 8 partidos internacionales, uno de ellos oficial contra Canadá el 11 de octubre del 2008 -donde convirtió un gol- y dos en la Copa de Naciones de la UNCAF, que se está disputando actualmente. Ese amor por la bicolor puede ser uno de los inconvenientes en su etapa en Gasteiz, ya que le puede hacer perderse varios partidos, el primero a mediados de febrero.

Walter Julián Martínez Ramos nació el 28 de marzo de 1982 en Tegucigalpa, año en el que Honduras jugó su único mundial. Inició su carrera en el Victoria de La Ceiba, con el que debutó en el 2001, luego pasó al Vida en el 2006 y de allí, fue contratado por el Marathón de donde dio el salto al Beijing Guoan de China.

«Benji» se dio la vuelta

Aunque no fuesen para nada operaciones incompatibles, la llegada de Walter Martínez se vio apresurada después de que se fuera al traste otro intento arriesgado, el del delantero marroquí Abdessalam Benjelloun, Benji, que en este caso sí cumplía el perfil de delantero tanque. El club tenía ya en Madrid el taxi que debía traer a Gasteiz al delantero que juega en el Hibernian escocés, pero éste se echó atrás por no aceptar la prueba de tres días a la que le quería someter el Alavés.

Con la llegada de Walter Martínez, sumada a las de Dani Castellano y Pablo de Lucas, más el paso de Óscar de Marcos a la primera plantilla, el Alavés tiene cubiertas las 25 fichas a las que tiene derecho, pero según explicó ayer Javi Pérez, siguen trabajando para poder incorporar a ese delantero referencia que entienden necesita el plantel. En caso de encontrar ese nueve clásico, todo indica que el jugador que volvería a quedarse sin ficha sería Raúl Sánchez, que no entraba en los planes de Salmerón y que tampoco parece hacerlo en los de Manix.

A la hora de explicar los motivos para la contratación de Walter Martínez, el secretario técnico albiazul explicó que buscan «alargar el campo», algo que se puede hacer bien con un delantero referente que fije a los centrales dentro de su área, bien con un delantero rápido que les gane la espalda, como sería el caso del hondureño. El de Soraluze apura las horas que le quedan hasta el sábado para dar con ese delantero que fije a los centrales rivales.