El primer ministro golpista de Fiyi, Frank Bainimarama, desafió ayer a quienes le exigen convocar elecciones este año e insistió en que mantendrá su calendario de reformas incluso si ello implica sanciones económicas. Manifestó que los líderes regionales del Pacífico no tienen derecho a amenazarle con retirar su ayuda si se niega a convocar elecciones antes de mayo.

«Nunca he visto una situación en la que un país da un ultimátum a otro salvo, por supuesto, en una declaración de guerra», aseguró.

El año pasado se comprometió con la UE a que los comicios fueran en abril de 2009 para seguir recibiendo sus ayudas, pero luego se retractó argumentando que primero necesitaba eliminar la corrupción y las políticas racistas de su predecesor.