Rusia retira misiles de Kaliningrado como gesto hacia Barack Obama
Rusia ha decidido suspender el despliegue de misiles Iskander en Kaliningrado, realizando así un gesto hacia la nueva Administración de EEUU liderada por Barack Obama. Los misiles de Kaliningrado eran la respuesta rusa al escudo antimisiles que George W. Bush quería instalar en Polonia y en Chequia y que envenenó las relaciones entre las dos potencias, junto a la ampliación de la OTAN al este y la guerra de Osetia del pasado mes de agosto.GARA |
Rusia ha suspendido su proyecto de desplegar misiles Iskander en la región de Kaliningrado -situada entre Polonia y Lituania-, al percibir un cambio de actitud en la nueva Administración de EEUU respecto a la mantenida por George W. Bush, que supuso elevar la tensión entre Moscú y Washington.
«La realización de este proyecto se ha suspendido debido a que la nueva Administración americana no ha acelerado el programa de despliegue de su escudo antimisiles en Polonia y Chequia», que es considerado por Rusia como una amenaza, según declaró ayer un responsable del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas que la agencia Interfax citó sin precisar su identidad.
Un representante del Ministerio ruso de Defensa, citado por la agencia RIA Novosti, reveló que «no se había tomado ninguna medida para desplegar misiles Iskander en el oeste del país» hasta el momento.
En Bruselas, el embajador de EEUU ante la OTAN, Kurt Volker, estimó que esta decisión «sería un paso muy positivo» si se llegase a confirmar.
Varsovia no quiso realizar «por el momento» ningún comentario sobre esta información, destacando que «provenía de una fuente anónima y debía ser confirmada».
La misma prudencia se mostró desde Lituania. El presidente de la Comisión de Exteriores del Parlamento de Vilnius, Audronius Azubalis, consideró prematuro comentar una decisión que no había sido oficialmente confirmada por Moscú.
El anuncio de la suspensión del proyecto de despliegue de misiles Iskander aparece, en cualquier caso, como un nuevo gesto de distensión en las relaciones entre Moscú y Washington después de la elección de Barack Obama.
Se trata de un signo en dirección a Washington, que quiere mostrar que «Rusia está dispuesta a buscar soluciones y compromisos y a establecer un diálogo», estima el analista ruso Pavel Felgenhauer.
Las relaciones entre estas dos grandes potencias se degradaron hasta un nivel no visto desde el fin de la Guerra Fría durante los últimos meses de la Presidencia de Bush, debido al proyecto de escudo antimisiles, pero también por la expansión de la OTAN hasta las fronteras de Rusia y de la guerra de Osetia que desencadenó Georgia el pasado mes de agosto.
«Esperamos que la Administración de Obama dé un nuevo impulso a nuestras relaciones tras un periodo de turbulencias», declaró ayer el responsable de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov.
A finales de diciembre, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, afirmó que quería establecer con el nuevo Gobierno de EEUU relaciones «más eficaces y sólidas» que las que tuvo con su predecesor.
El misil balístico ruso Iskander es un arma de corto alcance en su concepción actual, pero están elaborando una versión perfeccionada, según la revista especializada «Jane's». Su alcance máximo se cifra en 400 kilómetros.
El presidente de Cuba, Raúl Castro, llegó ayer a Rusia, de visita oficial en cumplimiento de una invitación de su homólogo ruso, Dimitri Medvedev. Es la primera visita oficial de un mandatario cubano a Moscú desde la caída de la Unión Soviética.
En el aeropuerto de Vnukovo, en las afueras de Moscú, fue recibido por el viceministro de Exteriores, Sergei Riabkov. La estancia de Castro se prolongará hasta el 4 de febrero, según indicó el Kremlin. La agenda de actividades no ha sido revelada ni por las autoridades rusas ni las cubanas, sin embargo, algunos medios han informado de que el mandatario cubano mantendrá reuniones con algunas autoridades para avanzar y concretar varios acuerdos, incluyendo al primer ministro, Vladimir Putin.
Como parte de su programa, Castro sostendrá también conversaciones oficiales con otros dirigentes gubernamentales del país, según confirmó el servicio de prensa del Kremlin.
La visita de Castro responde a la invitación que le realizó Medvedev cuando viajó a Cuba a finales de noviembre en el marco de una gira por América Latina. Medvedev fue recibido por el ex presidente cubano Fidel Castro y ambos resaltaron la necesidad de relanzar las relaciones y la cooperación bilateral.