El Rabinato de Israel cortó todos sus lazos con la Santa Sede de forma indefinida, en protesta por la decisión del papa Benedicto XVI de devolver a las filas de la Iglesia católica a un obispo lefebvriano que niega el Holocausto judío.

En una carta enviada a la Santa Sede por su director general, Oded Weiner, el Rabinato comunica su indignación por la rehabilitación del obispo británico Richard Williamson y suspende un encuentro judeo-cristiano programado para principios de marzo en Roma, según informó el diario «Jerusalem Post».

«Sin una disculpa pública será difícil continuar con el diálogo», dice la misiva de Weiner.

El obispo Williamson descartó recientemente, en una entrevista concedida a un medio sueco, la posibilidad de que seis millones de judíos murieran a manos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y estimó que a lo sumo se registraron «entre 200.000 y 300.000 muertos en campos de concentración, pero ninguno en cámaras de gas».

Disculpas

Las críticas de la Iglesia al polémico obispo han arreciado junto con la de las comunidades judías de todo el mundo, y el martes la tradicionalista Fraternidad de San Pío X, a la que pertenece Williamson, se distanció de sus declaraciones y pidió perdón al papa por ellas. Asimismo, prohibió al prelado que haga cualquier manifestación pública sobre temas políticos o históricos.

El pasado sábado, Benedicto XVI levantó la excomunión a Williamson y a otros tres obispos de la Fraternidad de San Pío X, buscando resolver un cisma dentro de la Iglesia que se prolonga ya más de dos décadas.

Los cuatro prelados, consagrados por el fallecido arzobispo cismático Marcel Lefebvre en 1988, estaban excomulgados por su negativa a aceptar las doctrinas de la Iglesia aprobadas en el Concilio Vaticano II.