EUROLIGA Arranca el Top-16
Lo más complicado resultó mantener la compostura
El Baskonia sumó el primer punto de la segunda fase en un partido en el que los gasteiztarras se contagiaron del anárquico juego de los polacos para exigirse lo mínimo tras el 34-15 del primer cuarto.
TAU BASKONIA 99
ASSECO PROKOM 77
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
Pese a la baja de Tiago Splitter y los refuerzos del Prokom, el Baskonia tuvo un estreno demasiado cómodo en el Top-16, en un partido indigno de un torneo de esta categoría. El equipo polaco demostró por qué sólo ganó dos partidos en la primera fase, con lo que lo más complicado resultó mantener el rigor.
El partido resultó una pachanga de patio de colegio prácticamente desde el primer minuto, ya que el Prokom apenas le aguantó un par de canastas. Los polacos, sin la más mínima intención de defender, claudicaron ante el excelso acierto inicial de Igor Rakocevic y de Mirza Teletovic. Así, en apenas cinco minutos, el Baskonia adquirió 16 puntos de renta 21-5, con lo que a partir de ahí el choque para el Tau consistió en no dejarse ir en exceso.
En esta tesitura, el partido parecía una buena oportunidad para ir probando el juego interior de cara a suplir la baja de Tiago Splitter en choques que deben ser mucho más exigentes. Así, lo peor del partido de ayer fue comprobar cómo Stanko Barac está a años luz de lo que le pide Dusko Ivanovic. Lejos de aprovechar unos minutos carísimos con el brasileño a pleno rendimiento, el croata deambuló por la cancha generando un enorme malestar en el técnico montenegrino, cuyos «rebotes» al borde del banquillo fueron de lo más espectacular en un segundo cuarto indigno para un partido entre los 16 mejores equipos de Europa.
El equipo gasteiztarra se contagió del anárquico ritmo de juego impuesto por los polacos. Mientras Ewing, recién llegado de Estados Unidos, se encontró comodísimo en ese juego falto de rigor, los menos habituales del Baskonia no aprovecharon los minutos que les concedió la comodidad del partido y el Prokom se impuso en el segundo cuarto reduciendo la desventaja a doce puntos tras un parcial de 17-24 que enojó a Ivanovic.
Sólo al final
Ni siquiera la presumible arenga del descanso ni la vuelta a la cancha de los jugadores con más peso sirvió para recuperar el rigor perdido en ese segundo cuarto y, de la mano de un Ewing que seguía en vena anotadora, el Prokom logró ponerse a seis puntos tras otro triple del estadounidense.
El aviso sirvió para recuperar algo el rigor, sobre todo en defensa, pero no lo suficiente como para no ceder otro cuarto ante un equipo muy inferior que seguía emperrado en sus ataques de siete segundos.
La reacción en el cuarto final llegó básicamente por las ganas del público de aplaudir y de alimentar anímicamente a un Stanko Barac que regresó al parqué con, al menos, mucha mayor intensidad. Al margen de la frustración de Prigioni que pagó con las sillas del banquillo, esa pizca más de intensidad y rigor se palpó enseguida en el marcador, aumentando la diferencia a unos 22 puntos mucho más ajustados a la realidad que lo que se pudo ver durante demasiados minutos de un partido absolutamente prescindible.
El brasileño estará unas tres semanas de baja debido a una micro-rotura fibrilar en la parte posterior del muslo izquierdo.
Como se intuía, Dusko Ivanovic no terminó nada contento con el juego desarrollado por los suyos ante el débil Prokom. «Todos los partidos en este Top-16 van a ser muy difíciles y, si en algún partido no estamos bien, podemos perder. Tenemos un camino difícil y en este camino todos tienen que tener la máxima concentración para ser primeros o segundos. Hoy gananos pero no estamos en la buena línea. Sólo mirando por encima a las estadísticas vemos que hemos tenido 2 recuperaciones y 15 pérdidas lo que dice todo sobre la concentración y tensión que hemos tenido, encajando 40 puntos en transiciones», declaró.
Tras una primera aparición bastante desesperante, el pívot dio un paso adelante (10 rebotes) tras el apoyo ofrecido por el público.