La batalla interna soterrada en el seno del PNV desde hace tiempo parece haber estallado justo en vísperas de la campaña electoral. Ayer comenzó a distribuirse en privado un libro de la conocida periodista María Antonio Iglesias titulado ``Memorias de Euskadi. La terapia de la verdad: todos lo cuentan todo''. Y en él Iñigo Urkullu vierte durísimas críticas contra Juan José Ibarretxe, el candidato a lehendakari por su partido.

En el capítulo, redactado sin que aparezcan las preguntas y con el entrevistado hablando en primera persona, el líder del PNV acusa a Ibarretxe de equivocarse al distanciar al partido del PSOE y acercarlo a la izquierda abertzale en 1999; le reprocha «meternos en aventuras» con sus iniciativas posteriores; y le imputa que haya ninguneado al PNV con iniciativas como el Consejo Político que el lehendakari comparte con Joseba Azkarraga y Javier Madrazo.

Lo mejor para entender la gravedad del ataque es reproducir algunos de los párrafos. Habla Urkullu: «Mi relación con Ibarretxe la vivo con muchas dificultades. Hay muchos días en que tengo que hacer actos de fe para que sigamos unidos y tengamos una mínima cohesión para salir dignamente de esta situación de cara al futuro».

El líder del PNV afirma sentirse a veces «como un pelele» al comprobar el liderazgo de Ibarretxe y el modo en que trata al partido: «Tengo que seguir dando la impresión de que soy tonto, de que me chupo el dedo, porque tengo una causa mayor, que es la de intentar recomponer el PNV, que no se rompa, y reconducirlo de alguna manera (...) Y la actitud para conmigo y para con el partido no es recíproca, no ya sólo por el lehendakari, sino por otros responsables del PNV, pero también por parte del lehendakari. Creo que hay una estrategia clara de acabar con la bicefalia del partido».

«Ruptura de puentes»

Iñigo Urkullu remarca su distancia respecto a Ibarretxe no sólo a nivel personal, sino sobre todo en el ámbito político. Y en este terreno expresa también con absoluta claridad su apuesta por el acuerdo con el PSOE y por facilitar las cosas a Madrid. Un ejemplo: «Pienso que el problema que le podamos causar al Estado será como consecuencia del problema que nos hayamos causado nosotros a nosotros mismos».

«No pretendo poner en ningún problema a Rodríguez Zapatero más que el legítimamente democrático de reivindicar nuestra ponencia política (...) Lo que quiero decir es que cambiaría la consulta por un reconocimiento en la ponencia política de nuestro Congreso que reconociera el derecho a decidir y que no fuera objetado por ningún partido», añade Urkullu.

Durante las últimas semanas, miembros de diferentes partidos ya habían expresado su opinión de que el PNV podría intentar prescindir de Ibarretxe para llegar a un acuerdo con el PSOE. Habrá que ver si lo logra.