Joxean Urkiola LAB-Finantzak
Obsceno
Obsceno es que la Kutxa invierta más de 500 millones de euros en operaciones especulativas en el Levante español mientras poco hace por crear viviendas sociales y de alquiler en Euskal Herria. Obsceno es que inviertan con Madoff dineros que, aunque luego les estafen, ellos no perderán nunca
Tan obsceno es que la banca obtenga y alardee de sus millonarios beneficios, más en época de crisis, como que las Cajas vascas, de la mano del PNV, que es quien las gobierna y controla, hagan lo mismo y a nadie le importe.
Que la BBK haya reconocido un aumento del 10% sobre los beneficios del 2007, llegando a los 339 millones de euros de beneficios, en un año de «crisis» y de la mano de una entidad que dice tener función social, no solo es obsceno sino escandaloso. Es todavía más inadmisible si, además, parte de esos beneficios son a costa de las personas más necesitadas: pensionistas, parados, jóvenes... A cuenta de cobrarles comisiones por casi todo, y de exigirles unos intereses mucho más elevados de los que ellos tienen que pagar a los gobiernos; que son quienes, últimamente, les «inyectan« dinero barato para que puedan salir de «su crisis»..
Que Ibarretxe llame obscenos a los banqueros está bien, pero no es suficiente. Se queda corto, tiene cerca, muy cerca, a quienes ocupan puestos en las Cajas vascas y hacen lo mismo, pero eso lo calla porque parece no importarle. Como son de su partido los que lo hacen, parece que todo está bien, eso no resulta obsceno.
Mentira. Ellos son tan obscenos o más que esos banqueros que todos conocemos. «Sus» amigos están gobernando entidades financieras que tienen una función social y, poco les preocupa seguir engordando sus beneficios a costa de la ciudadanía, aunque sea año de «crisis».
Tampoco parece importarle el fraude, ése que algunos de sus compañeros de partido han favorecido o consentido desde sus puestos institucionales, como ha quedado demostrado en diferentes comisiones de investigación.
Ni el «caso Irun», en el que cargos del PNV han sido «señalados» como responsables políticos; ni en el Guggenheim, ni en Balenciaga, ni su compañero y ex alcalde de Mallabia, ahora en prisión por malversar fondos públicos, ni el señor Jauregi, ése al que se le olvidó declarar sus muchas casas y que sigue estando en el Consejo de Administración de Kutxa... y un largo etcétera de esos políticos que llevan años acomodados en sus poltronas y que han propiciado un modelo institucional que favorece la corrupción, el amiguismo y el clientelismo.
Ibarretxe, aunque esté en campaña electoral, no puede sacar pecho si antes no toma medidas contra quienes actúan como banqueros, aunque sean compañeros de partido. Pues ellos han colaborado y mirado para otro lado -cuando no participado-, en estos fraudes, y no se debe consentir que continuen en sus puestos. No se le puede sacar la cara ni defender a ultranza a su portavoz, la señora Miren Azkarate, cuando debería haberla cesado por el caso Guggenheim.
También es obsceno que todavía existan políticos que justifiquen todo esto, aunque de cara a la prensa digan lo contrario. Los hechos demuestran que no importa lo que hagan, pues nadie va a actuar contra ellos, no son capaces de asumir sus propias responsabilidades. Ellos no dimiten y nadie les cesa, continúan en sus cargos o se les cambia, dándoles alguno nuevo para que continúen haciendo lo mismo. Ibarretxe sabe mucho de eso y no hace nada. Eso también es obsceno.
No basta con llamar obscenos a algunos banqueros avariciosos mientras otros «amigos» desde sus cargos públicos o privados hacen lo mismo. No se debe permitir, pero se permite, que se especule con dinero de todos, utilizando a las Cajas para hacer negocios muy alejados de las inversiones sociales que deberían realizar.
Obsceno es que la Kutxa invierta más de 500 millones de euros en operaciones especulativas en el Levante español mientras poco hace por crear viviendas sociales y de alquiler en Euskal Herria. Obsceno es que inviertan con Madoff dineros que, aunque luego les estafen, ellos no perderán nunca.
Sí, en la situación actual hay muchos que actúan de forma obscena, también quienes dirigen la política del PNV y que Ibarretxe avala. Ahora, de cara a la galería, pretende ser el abanderado contra algunos de esos «obscenos» mientras avala a otros muchos de ellos que están en sus filas. Eso sí que es obsceno e inadmisible.