Y el hombre de la semana, sin lugar a dudas, es Wyoming. No creo que quede nadie tan ingenuo como para tragarse lo que ve en la televisión sin pensárselo dos veces. Esta semana el gran humorista de La Sexta ha demostrado, una vez más, que es un innovador, un profesional como la copa de un pino y nada ajeno al desarrollo revolucionario de los nuevos formatos. Su viral abusando de una becaria durante un ensayo de su programa «El Intermedio», no sólo ha puesto en tela de juicio el código deontológico televisivo (virgen, virgen, virgen) sino que ha dejado con el culo al aire a sus enemigos periodísticos más recalcitrantes. El montaje fue grabado aparentemente con un móvil. Aparentemente por alguien del público. Y el mismo Wyoming abroncaba con fuerza a una asistente de forma, también, muy aparente. Fue enviado al canal Intereconomía y éstos, sin tiempo a frotárselas (si lo hubieran hecho habrían, mientras tanto, meditado) lo colgaron en Youtube como ejemplo de actitud extendida en la progresía. «Mirad lo que hace Wyoming en el intermedio de su programa valga la rebuznancia...». Evidentemente era un vídeo bien perpetrado y en el que obviamente un ojo limpio veía desde Lima el artificio. Pero a Intereconomía le «ponía» tanto que no lo fuera, que lo colgó sin contrastarlo. El resultado: 250 mil entradas en Youtube que atoraron el servicio y fue imposible acceder al reguero de la pólvora hasta el día siguiente. Día después en el que Intereconomía se mesaba el cabello gritando que una cosa semejante no se podía hacer ni en broma. ¿Y darlo por bueno y colgarlo? Porque ellos sí que lo hicieron en serio. Y bien en serio. Asistimos atónitos a lo que, en busca de la audiencia y en su nombre, somos capaces de inventar. ¿Qué será lo próximo? ¿Un cameo de Aznar en la edición del Telediario? ¿»Date el bote» está preparado y todos meten la gamba a partir de un buen guión escrito para el zapping? Yo ahora mismo me lo creo todo. Que Carla Bruni es un hombre y que Miren A. tiene un amante chino de 12 años. Todo puede ser verdad. O no.