Hay que tener mucho cuidado con los teléfonos móviles. No se puede hablar en libertad porque no sabemos desde dónde nos están escuchando. Algunos funcionan autónomamente, no hace falta marcar el número de nadie. En aparente actitud pasiva son estaciones de seguimiento. No se puede hacer según que cosas porque cualquiera lo convierte en cámara de fotos o vídeo y apareces al poco en la portada de un periódico. Todas las precauciones son pocas y hay que seleccionar muy bien con quién te fumas un porro, con quién echas un polvo o con quién te reúnes para recalificar unos terrenitos. Lo de menos es que aparezcas en Youtube, lo peor es que aparezcas en el Ipod de Garzón.

La foto del súper campeón olímpico de natación fumándose una pipa de marihuana, es uno de esos momentos en los que el cinismo se convierte en un escándalo. El muchachote Phelps estaba de vacaciones, y se estaba relajando, fumándose unos porros, claro, y al aparecer la foto en esa situación es suspendido por tres meses por la federación correspondiente. Es increíble, ¿qué pasaría si lo hubieran pillado tomándose un cubata o un Jack Daniel´s? ¿Alguien puede asegurar técnicamente que la marihuana es un dopante? Entonces, ¿qué pinta nadie metiéndose en la vida de nadie? Eso sí, al amigo Phelps le deberíamos recomendar que tomase las mismas precauciones para fumarse un porro, que para meterse los anabolizantes u otros productos de ayuda deportiva.

Aunque el género más representativo de la desintegración moral es el de las escuchas a los próceres económicos y políticos. Me encanta el lenguaje que emplean, que en todos los casos supera con creces a los más conspicuos guionistas de algunas ficciones con tramas mafiosas. Y los motes. El mote de estos individuos es genial. Aunque sería impagable escuchar y ver una cinta con las conversaciones entre el administrador judicial de Martinsa, una de las grandes hecatombes inmobiliarias de la explosión de la burbuja y su titular, al que le han concedido un sueldo mensual, repito, mensual, de setenta y cinco mil euros para cubrir sus necesidades. Aquí seguro tomaron precauciones y no hay rastros.