EEUU pide más capacidad militar para derrotar a la insurgencia afgana
La Conferencia de Seguridad de Munich concluyó ayer con un llamamiento diferenciado de Estados Unidos a sus aliados a elevar sus capacidades militares en Afganistán, cuyo presidente, Hamid Karzai, criticó la falta de coordinación internacional para acabar con la insurgencia y el cultivo de droga y lamentó la corrupción interna. En este marco EEUU enterró el unilateralismo y tendió la mano a Irán y Rusia, que acogieron positivamente el anuncio.GARA |
«Si queremos que el proyecto Afganistán concluya con éxito, necesitamos más capacidades militares», aseguró ayer el comandante en jefe del Mando Central aliado en Afganistán, el general David Petraeus, en la clausura de la Conferencia de Seguridad celebrada el fin de semana en Munich y que ayer se centró en la situación de ese país centroasiático.
«Pido a todos los países que analicen si pueden elevar su contribución a ISAF», señaló Petraeus, quien añadió que no se trata únicamente del componente de combate, sino que la aportación adicional puede ser de otro tipo.
Petraeus quiso tranquilizar también a los propios afganos y sus vecinos paquistaníes, quienes se han quejado repetidamente de los ataques indiscriminados estadounidenses y la falta de sensibilidad respecto a la población local.
El presidente afgano, Hamid Karzai, habló ayer de detenciones y registros domiciliarios arbitrarios y el ministro paquistaní de Exteriores, Shah Mehmud Qureshi, sostuvo que «la lucha contra el terrorismo no se gana en los campos de batalla sino en las aulas de las escuelas».
Karzai coincidió con otros ponentes en que uno de los errores fundamentales de los últimos años en Afganistán que ha posibilitado un incremento dramático de los ataques de la insurgencia ha sido la falta de coordinación internacional. En su opinión, el proceso de pacificación de su país no ha tenido una evolución positiva por los errores fundamentales al comienzo, especialmente por no haberse ocupado los invasores de los santuarios a los que se replegaron los talibán y Al Qaeda y de su financiación, y por no haber instruido a tiempo a la Policía.
Tras lamentar los niveles de corrupción interna, anunció que invitará a los talibán moderados a regresar y participar en la reconstrucción tras las elecciones presidenciales del 2o de agosto.
También Petraeus tendió una mano a los moderados al subrayar que los ocupantes deben apoyar el proceso de reconciliación interna. «Los que están dispuestos a reconciliarse son parte de la solución», afirmó el general, quien agregó que uno de los objetivos debe ser separar los dispuestos a la reconciliación de los irreconciliables, a los que «hay que matar o expulsar».
En este mismo marco de Munich, la víspera el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, anunció el fin del unilateralismo de EEUU en su política exterior y tendió su mano a Irán y a Rusia. Biden proclamó un «nuevo tono» en las relaciones, basado en la cooperación y el diálogo.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Ivanov, valoró de ayer forma positiva y como un «preámbulo novedoso» el anuncio, que Moscú acogió con «prudente optimismo». El presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyani, por su parte, señaló que «EEUU debe aceptar que los países de la región piden una partida de ajedrez, no un combate de boxeo».
El consejero de Seguridad Nacional de EEUU, James Jones, reconoció ayer que la OTAN y la comunidad internacional han cometidos errores con respecto a Afganistán, al haberse centrado en el componente militar y al haber sido insuficiente la coordinación internacional.
Al menos cuatro personas, dos de ellas estadounidenses, murieron ayer a causa de la explosión de un artefacto colocado en una carretera en la provincia afgana de Hellmand. Efectivos policiales hallaron un artefacto en el distrito de Nad Ali y pidieron a expertos militares de las tropas de EEUU su ayuda para desactivarlo.
Cuando los expertos y el jefe policial del distrito llegaron al lugar donde se había hallado el artefacto, la bomba fue detonada por control remoto. Dos estadounidenses, su intérprete y un policía afgano murieron, y el jefe policial está en coma.