Antes, cuando la noche era más larga, se celebraban en las facultades de Derecho unos denominados «juicios-bufo», que servía para hacer dentro del recinto universitario algo de crítica al régimen franquista. Por aquellos tiempos utilizar el término de juicio-farsa era una denominación de origen democrática, cosa que actualmente es mucho más confusa, porque los juicios-farsa parecen ser la forma excelsa de la justicia política actual, la bendecida, en donde no hace falta ni llegar a un juicio, se reúnen unos cuantos y anulan listas, partidos, candidaturas y siguen con sus cacerías montaneras o con sus saunas.

Me ha salido una introducción realmente insufrible. Quería decir que el juicio-bufo y farsesco que se preparó en «El Intermedio» para dar por zanjado (espero) el tema del vídeo de la becaria, de la aparición del «gordito» de ese canal opudeísta, de la intervención absolutamente desmedida de un presidente de una asociación gremialista de periodistas y de todo el follón montado, resultó ser una buena idea, muy mal realizada, y acabó convirtiéndose en una exaltación del Gran Wyoming, cosa que me parece no era el objetivo, sino hacer un acto de revancha, de colocar las cosas en su sitio y de acabar por una vez con todas con un asunto que le está reportando sus máximos de audiencia, mira tú.

Repasando lo emitido, el fallo estuvo en las formas, en la puesta en escena, en la iluminación, en el ritmo, en la falta de fluidez en los diálogos, y fue recuperándose hacia el final cuando volvió, casi sin quererlo, al tono habitual. Como tantas veces sucede, una buena idea, puede ser ideal para un gag, pero fatal para media hora de televisión. Y este es el caso. Vestido como un preso de Guantánamo, en una suerte de emulación de los juicios televisivos, se acabó la gracia a los tres minutos exactos. Lo verdaderamente importante estaba en los vídeos, en las intervenciones de diferentes profesionales en defensa o en duda sobre lo que se hizo, en la unánime adhesión de los estudiantes de periodismo hacia Monzón. Fue una exagerada exaltación al líder, un acto que podían haberse evitado. Tienen talento para mucho más. A otra cosa mariposa.