Otaola dice sentirse «en el centro de la diana»
La Audiencia Nacional española fue escenario ayer de la denuncia política de Peio Olano sobre la ilegitimidad del PP para gobernar en Lizartza con sólo 27 votos. La alcaldesa impuesta, Regina Otaola, por su parte, insistió en que el lizartzarra la amenazó en setiembre de 2007.G.M. |
Con un atrezo acorde con la personalidad agasajada, Regina Otaola fue recibida entre decenas de banderas españolas a su llegada ayer a la Audiencia Nacional, donde se llevó a cabo el juicio contra el lizartzarra Peio Olano, a quien la alcaldesa con menos apoyo de la historia acusó de gritarle un «Otaola, vas a morir» en setiembre de 2007. Olano, para quien la Fiscalía sigue pidiendo una condena de seis años de cárcel, 24.000 euros de multa y la prohibición de regresar a su localidad natal en diez años, negó la acusación y defendió la ilegitimidad de una Corporación municipal que cuenta sólo con 27 votos, frente a las 402 firmas, de un total de 505 censados, que exigen la retirada del PP del Ayuntamiento.
«Siento rabia, sabemos lo que es Lizartza y sabemos lo que es el País Vasco, yo soy vasca, vivo allí, unos te amenazan y luego otros por detrás vienen y te pegan el tiro de gracia», declaró la política de Eibar ante el tribunal de la Sección Primera de la Sala de lo Penal, presidido por el juez Javier Gómez Bermúdez.
Regina Otaola manifestó que conocía a Olano por su «entorno radical», y que la «amenaza» fue escuchada con claridad. «Cuando estás en Lizartza, una amenaza así no cae en saco roto. A raíz de ahí no me siento en la diana, sino en el centro de la diana de ETA», prosiguió la ilegítima primera edil con su relato. Una acusación que fue rechazada de plano por el propio acusado, así como por otros tres lizartzarras que declararon en calidad de testigos.
La memoria de los ertzainas
Los que también declararon fueron cuatro agentes de la Ertzaintza que no dudaron en afirmar que conocían a Olano por su vinculación con la izquierda abertzale y que sí amenazó a Otaola. Sin embargo, ante las preguntas de la defensa de Olano, los ertzainas no supieron responder qué más cosas ocurrieron en ese momento. Al parecer, sólo escucharon la supuesta amenaza a Otaola. Pero nada más.
Peio Olano, que sólo respondió a las preguntas de su defensa, negó tajantemente la versión acusatoria, y recordó que mientras Regina Otaola ondeaba la bandera española en el balcón consistorial, decenas de vecinos de Lizartza, «como crítica política, pero no contra Otaola», llevaron a cabo una concentración bajo el lema «Ikurrina geurea».
También censuró la ilegitimidad de una Corporación municipal que obtuvo sólo 27 votos, mientras que la izquierda abertzale cosechó 186. Además, Olano recordó que si Lizartza cuenta con 505 vecinos en el censo electoral, 4o2 participaron en una recogida de firmas para exigir la retirada de Regina Otaola del Ayuntamiento guipuzcoano.
Así, el lizartzarra acusado por Regina Otaola, denunció en el tribunal especial de Madrid que en Lizartza padecen una auténtica «situación antidemocrática» y apuntó a que ninguno de los corporativos impuestos del PP «conoce el pueblo, y así, sin conocer la realidad del pueblo, es imposible de gestionar los verdaderos problemas que existen en Lizartza».
El juicio quedó visto para sentencia y Olano regresó a Lizartza junto a las decenas de vecinos que lo acompañaron a Madrid.
Peio Olano utilizó su situación de imputado para denunciar la ilegitimidad de Regina Otaola y su Corporación para gobernar Lizartza con sólo 27 votos, frente a las 402 firmas que exigen su retirada del mando municipal.