El mejor cine de no-ficción vuelve a Iruñea con el Festival «Punto de vista»
Las mejores películas de no-ficción y los directores más vanguardistas del momento se darán cita en Iruñea a partir de este viernes. El Festival Internacional de Cine Documental «Punto de Vista» acogerá durante una semana 26 películas en Sección Oficial, además de retrospectivas de directores como James Benning, Peter Lynch o Ben Rivers.
Ane ARRUTI | IRUÑEA
Trabajos inclasificables, experimentales o inacabados. Todos tienen cabida en el Festival Internacional de Cine Documental «Punto de Vista» que este año cumple su quinta edición y que desde el principio ha supuesto una apuesta por un cine «distinto» que pocas veces se tiene la oportunidad de conocer. «Intentamos conformar una programación equilibrada que represente lo mejor de lo que se está haciendo ahora, lo más vanguardista, lo más atrevido tanto en lo formal como en los contenidos», declaró Carlos Muguiro, director del festival. «De hecho, lo de documental lo tiene como subtítulo. Es un acercamiento al cine de lo real pero lo que nos importa, sobre todo, es ese cine que no llega, el cine que se ocupa de explicar cómo somos o de analizar los misterios de la vida».
De los 603 trabajos presentados, la Sección Oficial estará compuesta por trece largometrajes y otros tantos cortometrajes, con orígenes muy diversos. Destaca una gran mayoría de directores jóvenes procedentes de países latinoamericanos como Argentina, Chile o México. También se podrán ver trabajos europeos, norteamericanos o de Japón. «La idea es tener la oportunidad de ver crecer ante nuestros ojos a los cineastas de mañana», dijo Muguiro.
Un «punto de vista» diferente
Si leemos las sinopsis de las películas, nos damos cuenta de que algunos de ellos hablan de temas que vemos a diario en los medios de comunicación, como pueden ser los conflictos de Oriente Medio o la inmigración. Sin embargo, el enfoque o el punto de vista que adoptan estos directores es totalmente diferente. Dentro del gran abanico de contenidos, encontramos historias personales, documentales más contemplativos, otros que se aproximan más al cine experimental o vidas narradas en primera persona. «Hay una gran variedad porque eso que se llama `no-ficción' en realidad no quiere decir nada, es un cajón de sastre en el que cabe de todo». Ejemplo de ello son «Polvo», del alemán Hartmut Bitomsky, que analiza este sujeto que puebla alfombras y áticos y, que por mucho que se limpie, vuelve inmediato; «Iraqi short films», del argentino Mauro Andrizzi, que durante más de seis meses bajó todo el material que encontró en internet sobre la invasión de Irak, como películas caseras grabadas con móviles; o «Bitch academy», de la rusa Alina Rudnitskaya, en la que se muestra a varias jóvenes de San Petersburgo que acuden al colegio para aprender a ser prostitutas de éxito.
Pero, a pesar de todas las diferencias, parece que existe una tendencia en la que experimentan varios directores, la de mezclar el documental con la ficción. «Hace un par de años estaba en voga lo que se denomina como cine privado, contado en primera persona. Quizá en el último año y medio la mezcla de documental y ficción es lo que más pujanza tiene. Películas aparentemente de ficción pero que utilizan las estrategias del documental, o documentales que emplean actores y trampas a la realidad, propias de la ficción».
El festival es una buena oportunidad para conocer estos trabajos normalmente inalcanzables, con un simbólico precio de dos euros la entrada, y charlar con los directores, ya que, la mayoría acudirán a la capital navarra para presentar sus trabajos.
Mirando hacia atrás
«Además de lo más reciente, intentamos revisar el pasado y mostrar películas que forman parte de la cara oculta de la historia del cine» dijo Muguiro. Con ese propósito, el festival ha organizado varios ciclos y retrospectivas al margen de la sección oficial. El joven británico Ben Rivers contará con una retrospectiva completa que no se ha hecho hasta ahora. Rivers fue el año pasado una de las figuras más emergentes en Europa, con primeros premios en Rotterdam y Portugal. El ciclo «El cine de la inverosimilitud» mostrará las películas de Peter Lynch que obsesionado con Canadá, fuerza los cánones de la tradición documentalista de su país. Se podrá ver también una selección de las diferentes etapas del cineasta solitario James Benning.
El ciclo «La segunda vida de las imágenes» recoge películas formadas en su mayoría por fragmentos de metraje ajeno. Y este año, la sección «Heterodocsias» mostrará películas inacabadas. «Son películas que no veremos nunca, que por lo que sea, se abandonaron por problemas de producción, porque murió el protagonista... Pasa con cierta frecuencia». Entre ellos está la grabación que el pintor José Antonio Sistiaga hizo en Pamplona en 1972. «Son bobinas de imagen a las que no ha dado forma todavía. Algo que sólo él ha visto».
Civican acogerá las proyecciones de la Sección Oficial y la entrega de premios: el Gran Premio de mejor película, el premio Jean Vigo al mejor director, el de mejor cortometraje y el premio especial del público.