Michelle Pfeiffer iluminó la Berlinale y Brenda Blethyn le imprimió carácter
La belleza dorada de Michelle Pfeiffer iluminó la Berlinale desde «Chéri», de Stephen Frears, y Bernda Blethyn le imprimió carácter desde «London River», un sólido aspirante a los Osos.
GARA | BERLÍN
La jornada de ayer en la sección de competición fue de ésas en que resulta difícil decantarse por una de las películas en liza, muy distintas de contenido y dominadas por espléndidas actrices. Por un lado, la rubia, brillante y falsamente frágil Pfeiffer, ahora a vueltas con la belleza que se marchita, incluso en una mujer que nunca dejará de ser hermosa. Del otro, Belthyn, intachable en su papel de viuda a la que ningún hombre miraría ni un segundo por la calle, que deja la isla donde vive ante las imágenes de los atentados del 7 de julio de 2005 y visto que su hija, en Londres, no contesta al teléfono.
«Chéri» sitúa a Pfeiffer en la «belle epoque» de las novelas de Colette, que se convierte como todas las mujeres de su entorno en amante de un joven de 19 años. Formarían la pareja ideal, de no ser por el error de haber nacido con décadas de distancia. «Es un paso en la dirección correcta», respondió Pfeiffer a la pregunta de por qué hay de pronto tantas películas de mujeres maduras cuyos amantes son hombres jóvenes. «Cuanto mayor me hago, tanto más jóvenes que yo son mis compañeros de rodaje. Pero lo llevo bien», añadió. «Chéri» incide en la cuestión, no sólo a través de las arrugas mínimas de Pfeiffer, sino también de unos diálogos impecables, en los que entre el sarcasmo y la crueldad no dista ni un milímetro.
Padres e hijos
«London River», dirigida por el francés Rachid Bouchareb, presenta a una mujer que pasa del susto de ver que su hija vive sobre una carnicería musulamana al horror de enterarse de que aprende árabe y tiene novio africano. Todo ello, mientras va de la comisaría de policía a los hospitales o a los depósitos de cadáveres y sigue sin una llamada de vuelta de su hija. Blethyn domina el filme de principio a final, aunque comparte su drama de madre que no entiende nada con el de un padre africano, asimismo en busca de su hijo tras los atentados y que teme lo peor: que el niño que dejó con seis años para emigrar al Estado francés sea ahora uno de los integristas islámicos que colocó una de las bombas. «Son padres que de pronto descubren que no conocen a sus hijos. Es una tragedia personal en medio de los atentados de Londres, como podrían ser los de Madrid o los de EEUU», explicó Bouchareb.
Ambas producciones compartieron jornada con «Forever Enthralled», una nueva y épica película de Chen Kaige -»Mi querida concubina»- sobre un solista de ópera, hombre de voz femenina, y una solista mujer que interpreta papeles masculinos.
El actor británico Ruper Friend, que comparte cartel con Michelle Pfeiffer en «Chéri», admitió desconocer cómo termina la película, que compite por los Osos de Oro en la Berlinale.
«La verdad es que no la he visto terminada», dijo en rueda de prensa el actor, que da vida al joven enamorado de Pfeiffer, en el papel de cortesana.
El intérprete, que quedó eclipsado en la rueda de prensa por Pfeiffer, afirmó que lo más complicado de su papel fue interpretar a alguien «apático y pasivo» que carece de deseos y necesidades y al que parece que «nada le empuja en la vida».