Elecciones en Israel
Tras la votación, empieza la fase de negociación entre partidos
Tzipi Livni y Benjamin Netanyahu dedicaron la noche del martes a celebraciones en las que se adjudicaban la victoria en las elecciones, pero a primera hora de ayer comenzaron ya a buscar apoyos entre el resto de partidos con el objetivo de lograr mayorías para formar Gobierno.
GARA | TEL AVIV
Benjamin Netanyahu y Tzipi Livni comenzaron ayer las conversaciones destinadas a buscar apoyos en los partidos minoritarios para poder formar gobierno tras las elecciones del martes.
El líder del Likud, Benjamin Netanyahu, se reunió con Eli Yashai, dirigente del partido ultraortodoxo Shas, que fue miembro de la coalición gubernamental de Ehud Olmert. Antes de los comicios, la formación ultraortodoxa retiró su apoyo a Livni, del Kadima, que se negó a incrementar las ayudas a las familias numerosas que Shas reclama. Los ultraortodoxos consideraban también que Livni no defendía con el suficiente ardor la indivisibilidad de Jerusalén como capital del Estado de Israel, pese a que esta cuestión no se puso jamás sobre la mesa en las negociaciones con la Autoridad Palestina.
Netanyahu también se reunió con Avigdor Lieberman, el líder de Israel Beitenu, la formación de extrema derecha que resulta imprescindible para cualquier fórmula de gobierno. «Clarificaremos nuestras posiciones y trabajaremos para poder tener un gobierno lo antes posible», declaró Lieberman, que también se reunió con Livni.
La incógnita entre los partidos israelíes es ahora si el presidente Shimon Peres encargará a Livni o a Netanyahu la tarea de formar Gobierno. Livni ha sido la más votada en las elecciones, pero ya fracasó en las negociaciones para intentar mantener la coalición que formó Olmert después de su dimisión forzada por los escándalos de corrupción. Netanyahu, en cambio, tiene una mayor experiencia que Livni a la hora de moverse en la procelosas aguas de la política israelí, puesto que fue primer ministro entre 1996 y 1999 gracias a un pacto con los ultraortodoxos.
Lieberman ya ha mostrado cuáles son sus preferencias. «Siempre hemos querido un gobierno nacional, un gobierno de derecha y espero que lo consigamos», manifestó tras hacerse público el escrutinio. Su exigencia para entrar a formar parte del nuevo gobierno es que «derribe a Hamas en Gaza».
Netanyahu aparece en mejor posición para formar un coalición gubernamental sólida, ya que con el apoyo de formaciones ultraderechistas y ultraortodoxas podría recoger el apoyo de 65 parlamentarios de los 120 que forman la Knesset.
Frente a esta posibilidad, Livni lograría 55 parlamentarios, aunque esta coalición sería mucho más frágil que la de Netanyahu, ya que formaciones árabes como la UAL-Ta'al o Balad podrían estar dispuestas a apoyar al Kadima para frenar la influencia de Israel Beitenu, pero tampoco comparten la política de Livni de agresión a los palestinos que ha tenido su expresión más dramática en la masacre de Gaza.
«No hay diferencia entre Livni y Netanyahu. Gobierne quien gobierne, la situación en Oriente Medio no cambiará», señaló «As-Saura», diario oficial sirio, que llamó a apoyar a las resistencias libanesa y palestina.
EEUU se mostró dispuesto a seguir impulsando el diálogo entre Israel y la Autoridad Palestina de Mahmud Abbas, según señaló Mike Hammer, portavoz de la Casa Blanca.
Tras la publicación de los resultados oficiales, el presidente Shimon Peres encargará a quien estime conveniente (Livni o Netanyahu) la formación del nuevo Gobierno. El elegido dispondrá de 28 días para formar una coalición. Este plazo puede prorrogarse otros catorce días.
En caso de fracaso, Peres encargará la misma tarea al otro dirigente, que únicamente dispondrá de 28 días improrrogables para formar gobierno. Si hay que recurrir a una tercera persona, el plazo se reduce a sólo catorce días.
Si la coalición de Gobierno sigue sin formarse, el presidente Peres se verá forzado a convocar unas nuevas elecciones anticipadas, que deberán celebrarse en un plazo inferior a 90 días.
La Autoridad Palestina mostró ayer su temor a que las negociaciones que mantiene con Israel se congelen debido a la presencia de Israel Beitenu en el nuevo Gobierno sionista. «Estas elecciones complican la situación política en la región», afirmó a France Presse Yasser Abed Rabbo, un colaborador cercano al presidente Mahmud Abbas.
«Es evidente que Israel no se va a dotar de un Gobierno capaz de continuar con las negociaciones», añadió, al tiempo que reclamó el fin de la colonización de Cisjordania para seguir negociando, pese a que Olmert nunca la interrumpió y las conversaciones continuaron.
Hamas, por su parte, destacó que los israelíes han optado por las formaciones «más belicosas» en estas elecciones, según remarcó su portavoz, Fawzi Barhum, que consideró que el resultado electoral del martes «puede tener consecuencias graves y dramáticas» en relación a las conversaciones en curso para alcanzar un alto el fuego estable en la Franja de Gaza.
