El comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Azerbaiyán, el general Ravil Rzayev, murió ayer al ser disparado cerca de su casa en Bakú, en uno de los crímenes más espectaculares ocurridos en este país petrolero que se encuentra en el centro de una lucha de influencia entre Rusia y Estados Unidos.

Ravil Rzayev, de 64 años, falleció en pleno centro de la capital azerí, tras recibir varios disparos en la cabeza cuando se dirigía a su trabajo.

El portavoz del Ministerio de Interior, Sadik Gozalov, señaló que será el estamento militar el que se encargue de la investigación y afirmó no tener datos sobre el móvil del atentado.

La cadena de televisión ANS precisó que el general Rzayev se comandaba la Fuerza Aérea y se encargaba de la defensa antiaérea desde 1992.

Algunos analistas estiman que esta muerte podría vincularse con el papel que Rzayev desempeñaba en la compra de armamento a todos los niveles para Azerbaiyán, con maletas rebosantes de dinero procedente de la explotación del crudo.

Los gastos militares de este país caucásico se han cuadriplicado en los últimos cinco años.

«Rzayev era el pivote en las adquisiciones para el Ejército del Aire y la defensa antiaérea, y las compras en ambos ámbitos representan la parte más importante del presupuesto en defensa», explicó Uzeir Jafarov, experto en esta materia, quien añadió que es «el asesinato más grave en la historia del Ministerio de Defensa».

Un informe de 2008 de la organización International Crisis Group denunció que el Ejército azerí se encuentra minado por «una extensa corrupción» y apeló a un mayor control de los gastos militares.