Los líderes demócratas y republicanos de ambas cámaras del Congreso de Estados Unidos han llegado a un principio de acuerdo para que el plan de estímulo económico que propugna el presidente Barack Obama ascienda a 789.000 millones de dólares, informaron fuentes legislativas. «Las negociaciones van por buen rumbo, se ven positivas, y posiblemente anunciemos un acuerdo definitivo a lo largo del día», dijo a Efe una fuente legislativa que pidió el anonimato. Diez legisladores demócratas y republicanos, cinco de cada cámara, trabajan contrarreloj para armonizar las diferencias entre las dos versiones del plan que fueron aprobadas por el Senado y la Cámara de Representantes.

Al parecer, uno de los principales obstáculos para pactar el texto definitivo es volver a incluir unos 20.000 millones de dólares en fondos para programas de educación que fueron eliminados del proyecto del Senado. Los republicanos insisten en que varios puntos del plan, como la construcción de escuelas, no ayudarían a crear puestos de trabajo a corto plazo.

Otra posibilidad para reducir la dotación global es disminuir los recortes tributarios -desgravaciones fisca- les- incluidos en la versión del Senado para los compradores de casas y eliminar por completo otra rebaja que hubiese beneficiado a compradores de vehículos nuevos.

Una vez logrado el acuerdo, el texto final que se pacte en la negociación bicameral tiene que ser aprobado por el pleno de ambas cámaras del Congreso antes de ser enviado al presidente Barack Obama.

El objetivo sigue siendo enviar al Gobierno el texto del plan de estímulo a más tardar mañana.

Fraude en el plan de rescate

El FBI investiga, por otra parte, 530 casos de fraude corporativo, de los cuales 38 están vinculados directamente con la crisis económica y el plan de rescate financiero de 700.000 millones de dólares (TARP, en inglés), según informaron ayer altos funcionarios.

El inspector general del TARP, Neil Barofsky, advirtió a los legisladores de que este plan y otros propuestos por el actual Gobierno de Estados Unidos provocarán muy probablemente más actividades delictivas.

«La historia nos enseña que una inyección de tanto dinero en tan poco tiempo atraerá inevitablemente a aquellos que quieren sacar provecho de ello por la vía delictiva», dijo en su testimonio.

Barofsky explicó que las autoridades han abierto ya varios casos criminales a raíz de las investigaciones, que involucran varias ramas jurídicas, y están coordinando sus indagaciones con el Fiscal General de Nueva York.