Asun Casasola, la madre de Nagore Laffage, solicitó ayer «justicia, pero justicia de la buena» y que el autor del crimen, que confesó los hechos tras ser detenido, «cumpla lo que tiene que cumplir».

Casasola realizó estas declaraciones después de una concentración que se llevó a cabo en la capital navarra en homenaje a su hija. El acto, en el que también participaron concejales de PSN y NaBai, transcurrió en silencio frente a una fotografía de Laffage con su uniforme de enfermera, bajo la que los asistentes depositaron velas y claveles blancos. La madre de la joven les dio las gracias por su apoyo tanto en Iruñea como en Irun, donde reside la familia.

Indicó que en esta ocasión «le ha tocado a mi hija ser víctima de la violencia machista, pero mañana le puede tocar a cualquiera» y para evitarlo «las condenas tienen que ser más duras y toda la condena cumplirla».

Miedo ante la sentencia

Aún no se ha señalado la fecha del juicio, pero Casasola teme el resultado que éste arroje, puesto que, en su opinión, el detenido «tiene mucho poder social». El hombre trabajaba en el servicio de siquiatría de la Clínica Universitaria de Navarra, el mismo centro en el que Laffage estudiaba Enfermería, aunque, según se ha indicado, entre ellos no existía ninguna relación.

La madre recordó que Nagore tenía 20 años cuando «fue asesinada» y «todavía no me lo creo». Además, mostró su malestar porque nadie de la familia del detenido se haya puesto en contacto con ella.