Un desesperante final de partido
El Murcia marcó los dos goles en los últimos minutos cuando el encuentro parecía encaminarse a otro empate a cero. El partido estuvo condicionado por el gol anulado a Agirretxe en el minuto 78 y dos expulsiones exageradas a dos centrales como Labaka y Ochoa.
Joseba ITURRIA | MURCIA
La Real vio cortada su racha de seis partidos sin perder en un final que resultó desesperante porque Imanol Agirretxe vio cómo se le anulaba en el minuto 78 un gol que pareció legal, luego Hevia Obras expulsó sin motivo a dos centrales y eso condicionó un final en el que Xabi Prieto falló en un corner que parecía ya desactivado y el Murcia encontró el triunfo cuando todos asumían el empate a cero. Y si ya el empate parecía un mal resultado, la derrota unida a las victorias de Zaragoza y Hércules obligan a la Real a ganar a los alicantinos el próximo sábado.
Fue un partido malo de la Real, pero también del Murcia. El viento y el estado del césped no ayudaban, pero los de Lillo estuvieron inofensivos en los últimos metros. Tuvieron más posesión que en anteriores partidos, aunque los centrales subieron el porcentaje ante la falta de presión de los locales; en el centro Aranburu estuvo muy bien salvo en un cuarto de hora en la segunda parte en el que bajó su nivel mucho; pero ni Markel ni Rivas ni Sergio le apoyaron en la creación. Sólo tuvo la colaboración de Xabi Prieto en posiciones lejanas al área en el primer tiempo. En los últimos veinte metros ni él ni Marcos aportaron lo que pueden ofrecer con su calidad.
De Necati uno no espera mucho más. Un balón suelto fue capaz de enviarlo al larguero, pero siempre Agirretxe con su chispa y Abreu con su poder aéreo dan la sensación de que el turco debe ser el tercero en el escalafón.
Así a la Real le cuesta crear ocasiones y la defensa se ha convertido en su fortaleza. Ayer también parecía que Bravo iba a acabar imbatido, pero en los últimos trece minutos el partido tenía reservado todo lo que no ofreció antes.
Mal comienzo
El Murcia entró mejor en el partido y tuvo el control del juego y dos claras opciones en los primeros veinte minutos, en sendos remates de Despotovic que encontraron una buena respuesta de Bravo. Al cuarto de hora Lillo aparcó el 4-2-3-1 y volvió a su 4-3-3 habitual. Aranburu se empezó a sentir cómodo y una jugada suya habilitó a Necati, que antes había fallado un control cuando se quedaba solo ante Elía, para enviar un disparo al larguero.
A partir de esa acción la Real fue a más y el Murcia a menos y en los últimos 25 minutos antes del descanso sólo dispuso de una opción a la contra de Aquino tras un mal saque de falta de Gerardo. Aranburu y Xabi Prieto empezaron a combinar y contaron con una buena aportación de Castillo, con un centro que Necati no supo empalmar y una falta que puso en apuros a Elía.
La Real también tuvo controlado el segundo tiempo y sólo vio peligro en una opción clara de Despotovic a balón parado y en una pérdida de balón. El Murcia esperaba en su campo y por momentos parecía que los dos daban el empate por bueno. Entonces empezaron a pasar cosas y cuando en ellas influye el colegiado nunca son buenas.
Hasta a los periodistas locales les pareció gol legal el anulado a Agirretxe y no entendieron las dos expulsiones que condicionaron los últimos minutos. Porque Lillo colocó a Markel de central y Campos se quedó con tres defensas. Y esa inercia en las reacciones de ambos pudo provocar que el Murcia acabara en el feudo realista y encontrara el premio en un fallo desesperante.
Tras quedar insatisfecho con el juego de su equipo, Juanma Lillo dejó entrever que temía una respuesta negativa de la Real tras todo lo que había rodeado a lo vivido con Bernabé García: «Barruntaba ciertas cosas de que tuviéramos una respuesta negativa a las consecuencias del anterior partido, cuando tras el gol en cuatro minutos tuvimos más vigor que hoy. Tenía cierto temor y por eso he hecho cosas para intentar invertirlo. Quizás hemos estado influidos en el ánimo por todo lo que sufrimos y está mal por nuestra parte. Y no es una excusa, lo pongo en nuestro debe».
Por eso hacía una valoración negativa del partido: «El resultado, que es lo primero que se valora, peor no puede ser y del resto tampoco hay mucho que decir. Ha sido un partido que podía acabar a cero perfectamente, aunque eso no llevaba a ninguna parte. Hemos tenido fases con balón, pero quizá con un ritmo bajo. Nos ha faltado un poco de alma, aunque sea ser más imprecisos por intentar cosas. Hemos sido un equipo que llegaba a una zona bastante bien, hemos recuperado mucho de la iniciación de juego, pero cuando llegamos a tres cuartos y había que meter una velocidad más no encontramos ni el momento ni la manera. Así si el partido acababa a cero no pasaba nada, porque ni ellos han tenido mucha presencia en nuestro área ni nosotros en la suya».
Preguntado por la expulsión de Labaka dijo que «ha sido un simple salto en el que mete el brazo... Pero la primera que le han sacado es buena... La roja de ellos tampoco me ha parecido. Lo que sí me gustaría es ver el gol de Imanol Agirretxe. Igual es fuera de juego. No digo que no, pero me gustaría verlo».
El técnico del Murcia, José Miguel Campos, señaló que «hemos conseguido una victoria muy importante. Batimos en toda ley a un gran equipo, el que menos ha perdido y el que menos ha encajado. Ha habido fases en las que dominamos, otras con juego igualado, pero tuvimos más ocasiones, que al final deciden los partidos».
