Tomás Trifol profesor y licenciado en Ciencias Humanas
Desde Lisboa con Voltaire, esperanza y dignidad
Comienza el artículo con una cita de la obra de Voltaire «Cándido o el optimista» en la que éste, a su vez, se refiere a un suceso ocurrido en Lisboa tras el terremoto de 1755. En él, varias personas fueron torturadas y ajusticiadas en aplicación de la teodicea imperante en la época, para la que bastaban indicios de lo más peregrino como pretexto para dictar sentencias condenatorias. Al autor no le cuesta demasiado vincular aquellos hechos con la actualidad en Euskal Herria.
El 1 de noviembre de 1755 la ciudad de Lisboa fue totalmente destruida por un terremoto que posteriores averiguaciones lo han calificado como de magnitud 8,5 en la escala de Richter. El panorama fue desolador. Murieron alrededor de 60.000 personas y otras tantas fueron gravemente heridas. Posteriormente se originó un tsunami que hizo elevar el nivel de las aguas de 15 metros.
Cuenta Voltaire en su libro «Cándido o el Optimista» que las autoridades de aquella época, guiadas por la creencia ideológica de que Dios, supremo causante de todos los bienes y males, había sido gravemente ofendido en algún sitio de la ciudad al enviarles el desbastador seísmo, sorprendieron en una taberna a dos portugueses que se disponían a comerse un pollo después de haberle quitado el tocino en el que fue frito, acto perverso que mostraba bien a las claras inclinaciones islámicas o judías.
Por tal motivo fueron condenados a morir en la hoguera al «petit feu», a fuego lento. También sorprendieron y arrestaron a un «vizcaino», es decir a un vasco, porque se había casado con su madrastra. A éste también lo asaron junto a los otros dos.
Por fin detuvieron a un filósofo y a su discípulo, Cándido. Al primero por intentar razonar críticamente sobre la teodicea, que era la antedicha ideología imperante y criminal de la época, es decir, algo pues que tenía que ser verdadero, justo y... podríamos decir de nuestros días buscando el símil mal intencionado, nacional de España y por lo tanto demócrata. En cuanto al discípulo, lo apresaron por escuchar al filósofo y mientras le escuchaba, por poner cara de aprobación de lo que aquel decía.
A estos dos no los asaron, sólo les cortaron el pelo, los vistieron con sacos y les pusieron plumas con brea mientras les azotaban públicamente.
Todas estas atrocidades las realizaron en un «Auto da Fe» que el ínclito de Voltaire con sarcástica ironía lo calificó de magnífico y excelente. Esperemos al menos que la España nacional tenga mejor talante con los independentistas vascos que aquel Dios todopoderoso.
Magnífica y excelente actuación también pues la de las autoridades de la España nacional, declarando requeteilegalizadas las candidaturas de D3M y de Askatasuna. Magníficos y excelentes los motivos aducidos. Los primeros por ser «militantes de ETA», los segundos por estar en connivencia con los del pollo y con el vizcaino pervertido, causantes todos ellos de un terremoto político, por no condenar como el aturdido y desvariado filósofo de Planglós todo aquello que molestara a la teodicea, es decir a la democracia nacional de la España de nuestros días.
Pretenda usted desde su ideología independentista de izquierdas hacer respetar sus propios derechos civiles, no condene usted la violencia de ETA porque no cree en la teodicea o porque no es lo suficientemente acomodaticio o avispado o incluso inteligente y ya es usted militante de ETA. Aunque también puede irse a Francia, hacerse una foto con pose y guapura y declararse militante de ETA. La diferencia es que esto segundo lo hace usted en libertad mientras que lo primero es un juez estrella quien lo utiliza como argumento para salvaguardar su teodicea nacional, quitarle sus derechos civiles y si prosigue como estrella que es estrellándose en sus propios argumentos hasta lo absurdo, acabará usted en una mazmorra nacional.
Mientras, la mayoría de los vascos según Voltaire seguían bailando a pierna suelta y a golpe de tambor en muchas partes de las dos vertientes del Pirineo. Desde entonces a nuestros días sólo han cambiado las partituras, raramente inteligibles para los no iniciados, pues hoy se cantan y tocan otras distintas a las de aquella época volteriana: «La conquista del Palacio de Invierno en re menor para orquesta de trombón», «Irabazi, irabazi dugu, coros y voces tétricas de la armada soviética». Pero hay muchas mas: «Euskal Langileriaren abangoardia», «Justeza de línea y fuerza de la razón»... Y es que siempre fueron, aparte de buenos cantores, grandes idealistas los unos y mercenarios contrabandistas los otros. Estos últimos tenían otro tipo de cantos que nunca imaginó Voltaire, porque los dirigentes políticos, al igual que hoy siempre poseedores del poder y la verdad incomprensible, no habían estudiado tanto el arte del engatusamiento y la tergiversación, por eso eran tan brutos.
Pero unos y otros políticos de hoy, con sus rencillas, sus apariciones on y off the record, sus dimes y sus poses nos han ido desvelando el meollo de sus cuitas. Y es que si estos dicen alguna verdad es para seguir mintiendo, al contrario del artista que puede que mienta para seguir diciendo verdades como templos.
Y así, poniendo los pies en este trozo de tierra donde todavía queda la esperanza y la dignidad entre otras cosas, en las próximas semanas habrá elecciones legislativas al «Parlamento Vasco». Y esto es lo que nos han dicho y nos han hecho:
1. Que Patxi López no será el vice-lehendakari de ningún abertzale.
2. Para facilitarle la tarea a la lehendakaritza y sobre todo para que la mayoría de ese parlamento no sea abertzale, se ha puesto en marcha ese ejemplar «Auto da fe» que el Estado pone en marcha cada vez que le conviene. Espera de ello la «navarrización» de la Comunidad Autónoma Vasca.
3. El PP pide al PSOE tres consejerías, la de Educación, la de Cultura y la de Interior porque sabe que las han pactado como propias para el PNV pero no lo dice, el interés de la España nacional a la que llaman Estado, no se lo permite.
4. El PNV ha pactado tirarle a Ibarretxe por la borda de la forma mas democrática posible, a cambio de la transversalidad de Imaz y la venta del independentismo vasco donde quiera que éste resida.
5. El plan soberanista, el dar la palabra al pueblo para que éste decida, la izquierda abertzale ilegalizada y toda la izquierda vasca morderán en el polvo del PNV-PSOE.
6. Dentro de unos años, muchos de nosotros podremos aspirar a ser los carlistas del siglo XXI.
Pero claro, estás tu, el tergiversado, que puedes quizás si no echarles por la borda todos sus planes -recuerda que son la España nacional- sí ponerles enormes trancas en las ruedas de sus carros, desbaratándoles gran parte de sus andaduras y de sus planes.
Nuestros votos válidos tienen que servir para impedir ese remate final que esperan que les salga bien, aunque no fuera más que por ocultarnos cuáles son y dónde están sus intereses.
Valdrá además para unificar las fuerzas de toda la izquierda vasca autónoma e independiente, independentista o respetuosa con el derecho a decidir, si es que al final acaba triunfando la lógica práctica por encima de todos los caldos ideológicos.