«Ha sido una gran victoria del pueblo, un gran victoria de la revolución. La verdad triunfó sobre la mentira, la dignidad de la patria triunfó sobre los que la niegan, la constancia ganó», proclamó el presidente de Venezuela, Hugo Chávez al dirigirse a sus seguidores desde el Palacio de Miraflores tras el triunfo del «sí» en las urnas.

En el referendo del domingo, el puebo venezolano apoyó, con el 54,36% de los votos a favor, la reforma de los artículos 160, 162, 174, 192 y 230 de la Constitución, lo que permite la postulación continua en todos los cargos de elección popular, incluida la Presidencia del país. La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, anunció, con el 94,2% de los votos escrutados, la victoria del «sí» con un margen de 8,73 puntos, ya que el «no» obtuvo el 45,63%. La participación fue del 67,05% del electorado.

Una reforma similar fue rechazada en diciembre de 2007, pero ahora el pueblo venezolano ha abierto el camino a un tercer mandato de Chávez en 2012, elecciones para las que ya se considera precandidato.

Ante la multitud que de forma espontánea se reunió frente a la sede presidencial y que explotó en gritos de júbilo al conocer los resultados oficiales de la consulta, Chávez aseguró que «hemos abierto de par en par las puertas del futuro». «Ustedes han escrito mi destino», precisó antes de jurar que, a partir de ahora, «voy a consagrarme plenamente y de manera definitiva al servicio del pueblo».

El mandatario, que brindó la victoria al líder cubano, Fidel Castro, precisó que con la victoria del «sí» comienza «el tercer ciclo histórico de la Revolución Bolivariana del 2009 al 2012. Hemos abierto las puertas del futuro para continuar transitando el camino». En este sentido, ratificó su compromiso con el socialismo bolivariano y la democracia socialista, porque «es el camino de la dignidad».

Chávez, que acaba de cumplir diez años al frente del país, indicó que «hemos resucitado la patria que estaba muerta y humillada. Estoy hablando de la patria y de la necesidad de que la hagamos perpetua, la patria es una o no lo es y agregamos que la patria venezolana es socialista o nunca será una patria perpetua».

El jefe del Estado venezolano, elegido en 1998 y reelegido en 2006, ha insistido de forma reiterada en que necesita más tiempo para profundizar en la Revolución Bolivariana, por lo que deseaba permanecer en el poder al menos hasta 2019.

La campaña electoral se centró en el balance de su gestión, con los chavistas resaltando los progresos sociales de los últimos diez años en los ámbitos de salud, educación y vivienda y la oposición denunciando la inseguridad, la corrupción y la inflación que sufre el país.

A este respecto, Chávez se comprometió el domingo a dedicarse también a estas cuestiones y, en particular, a la falta de seguridad, que es la primera preocupación de los venezolanos.

Las dos caras

La proclamación de los resultados más de tres horas después del cierre de los colegios electorales puso fin a una tensa espera en la que se dispararon las especulaciones y rumores tras una jornada que transcurrió en un clima de normalidad.

El anuncio oficial de los datos sembró la decepción entre quienes se habían reunido en la sede del «bloque del no», con la esperanza de que triunfara el rechazo a la propuesta de reforma constitucional, con la que la oposición cree que Chávez sólo busca perpetuarse en el poder.

La otra cara del desencanto de los partidarios del «no» fueron los miles de seguidores chavistas que vistieron de rojo las principales ciudades del país.

Inmediatamente después del anuncio de la victoria del «sí», Caracas fue iluminada por decenas de fuegos artificiales, mientras las detonaciones de los petardos resonaban por todas las calles y el presidente se asomaba, con sus hijas, nietos y ministros, al balcón del Palacio de Miraflores para cantar el himno nacional.

«Chávez estará en el poder mientras el pueblo así lo quiera, porque aquí el control lo ejerce el pueblo. La ignorancia ya no tiene cabida. Los buenos gobernadores obtendrán el favor del pueblo y los malos serán castigados», aseguró José Rodríguez, universitario y seguidor del «comandante presidente», durante la celebración ante la sede presidencial. Añadió que la victoria del «sí» refleja «la voluntad del pueblo, que cree en su líder y en la coherencia de sus mensajes y misiones -programas sociales-. Es la reivindicación del pueblo pobre y oprimido de Venezuela que en adelante tiene más esperanzas de vivir con dignidad».

Sus partidarios explicaban que votaron «sí» para permitir a Hugo Chávez profundizar en sus programas sociales permaneciendo en el poder. «Esta victoria garantiza la continuación del proceso revolucionario, y eso ya quiere decir mucho para mí que lo he vivido», sostuvo una estudiante universitaria.