Un grupo de personas interrumpió ayer el mitin que el candidato a lehendakari del PSE, Patxi López, estaba ofreciendo en la mañana de ayer en el barrio bilbaino de Rekalde con pancartas a favor de D3M, contra la tortura y en denuncia de la situación de los presos políticos vascos. Agentes de la Ertzaintza, alguno de ellos vestido con ropa de calle, reprimieron la protesta.

La denuncia se produjo en el momento en que Patxi López inició su intervención. Un grupo de personas se concentró frente al acto del PSE y empezó a corear consignas en las que reclamaban democracia para Euskal Herria. Al mismo tiempo mostraron carteles a favor de D3M, lemas contra la tortura y en denuncia de la situación de los presos políticos. Para contrarrestar la protesta, los responsables de organizar el acto del PSE subieron el volumen de la megafonía, más en concreto el mensaje de «Ari, ari, ari, Patxi lehendakari».

En ese instante aparecieron varios agentes de la Ertzaintza, que obligaron a retirarse a los participantes en la protesta, además de arrebatarles las pancartas.

Al final de su intervención, Patxi López se refirió al incidente y señaló que «mientras unos gritan, nosotros apostamos por los barrios; mientras unos tratan de coartar la libertad, nosotros apostamos por el acuerdo». El candidato del PSE habló también de «desterrar definitivamente la violencia de Euskadi mediante una educación en valores, tolerancia y respeto al diferente». Frente a esta propuesta, aseguró que «otros utilizan la violencia para obtener sus objetivos políticos e intentan imponer su propuesta totalitaria a base de gritos, insultos, amenazas y violencia».

Por otro lado, la presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Rafaela Romero, denunció ayer «las condiciones de violencia, intimidaciones, chantajes y amenazas» que, a su juicio, se estarían produciendo durante la campaña electoral. Romero censuró en un comunicado las «agresiones» que han denunciado varios periodistas y fotógrafos el pasado sábado en Bilbo durante los incidentes que se produjeron tras cargar la Ertzaintza contra los manifestantes que trataron de protestar contra la ilegalización de candidaturas. Y citó también los sabotajes registrados durante el fin de semana contra la oficina de información electoral del PNV en Durango y la casa del Pueblo del PSE de Elorrio.

Para la presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa no se puede hablar de una campaña electoral en condiciones de normalidad cuando «hay candidatos bajo pena de muerte, amenazados y sin poder llevar a cabo sus actos en libertad, o cuando se practican sabotajes contra las sedes de los partidos políticos democráticos». Asimismo, aseguró que «en cualquier otro país, en estas condiciones se estaría hablando de circunstancias de excepción y se solicitaría la presencia de observadores internacionales». Calificó esas acciones de «actos delictivos, propios de organizaciones totalitarias y fascistas» y lamentó tener que «reforzar» las medidas de seguridad durante la campaña. GARA

La izquierda abertzale de Bilbo censuró en un comunicado las declaraciones del alcalde de la ciudad, Iñaki Azkuna, sobre los incidentes del pasado sábado y señalaron que se comporta como los alcaldes «fascistas» de la época franquista o los del Chile de Pinochet. En concreto, reprocharon al primer edil bilbaino estar más preocupado por diez contenedores que por la vulneración del derecho a voto o a manifestarse. Según señalaron, el sábado quedó plasmada de forma gráfica «la ausencia de democracia» ya que «centenares de policías armados y encapuchados» trataron de impedir por la fuerza la denuncia del fraude instalado de cara a las elecciones del 1 de marzo. Asimismo, manifestaron que en Euskal Herria se persiguen las ideas políticas y que, a pesar de que muchos bilbainos han sido encarcelados por este motivo, «nunca» se haya manifestado al respecto. Por ello, criticaron que Iñaki Azkuna «es el menos indicado para dar lecciones de democracia y de tolerancia» cuando, además, «ni siquiera respeta la voluntad popular». GARA