La economía japonesa acusa más la recesión y cayó un 12,7% durante 2008
Estados Unidos y Europa han reducido sus compras a Japón y la demanda interna nipona de desploma a un ritmo igualmente vertiginoso. Como consecuencia, la economía japonesa es la que más está acusando la recesión entre los países ricos. En el último trimestre de 2008 cayó un 12,7% respecto al mismo período de 2007. El recorte fue del 3,3%, respecto al trimestre anterior, la mayor bajada desde 1974.
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La economía japonesa sufrió en el último trimestre del año 2008 la caída más abrupta de todas las economías desarrolladas, cuando su Producto Interior Bruto (PIB) se contrajo a su mayor ritmo desde 1974. La economía japonesa perdió gas entre octubre y diciembre por tercer trimestre consecutivo en términos reales, con un retroceso del 12,7% respecto al mismo periodo de 2007 y de un 3,3% respecto al trimestre anterior, sobre todo debido a una demanda externa especialmente baja.
Otras economías del grupo de los países ricos, como Estados Unidos, con un caída en los últimos tres meses del 1%, o la Eurozona, con una contracción del 1,5%, no se vieron tan expuestas en ese último trimestre del año.
Definitivamente, la recesión se ha consolidado en Japón, con un crecimiento negativo en todo 2008 del 0,8%, por primera vez en siete años, y con unas previsiones aún más negativas para 2009, cuando se prevé una caída del 2%.
La reducción de la demanda mundial y la apreciación del yen han tenido un efecto multiplicador negativo para Japón y han provocado que las exportaciones, responsables del 20% del PIB, caigan un 13,9% en el último trimestre de 2008.
La vertiginosa reducción de la demanda internacional, sobre todo de electrónica y automoción, hundió en tres puntos porcentuales el PIB de los tres últimos meses del pasado año.
En el mismo período también se retrajo la demanda interna, componente esencial del 55% del PIB japonés, lo que hizo que el indicador se dejara tres décimas. La velocidad con la que la economía japonesa pierde fuelle ha alertado a los analistas, que ven cómo en los últimos meses de 2008 también se redujeron las inversiones de capital (5,3%), inmobiliarias (5,7%) y públicas (0,6%).
En este panorama, la producción industrial cayó en diciembre un 9,8% respecto al mes anterior, lo que se convierte en la mayor caída desde 1953, año en el que se comenzó a publicar el indicador.
La peor crisis desde la guerra
La empresas niponas han sufrido como nunca antes la falta de apetito consumista de EEUU y Europa, a lo que se han empezado a sumar las economías emergentes, algo que no sucedía desde la crisis asiática de 1997 o la crisis mundial del petróleo de 1974.
El conjunto de datos macroeconómicos pesimistas ha llevado al titular nipón de Economía, Kaoru Yosano, a reconocer que Japón se enfrenta a la peor crisis económica desde la II Guerra Mundial, con una balanza comercial perdiendo su tradicional superávit. Yosano, al igual que otros miembros del Gobierno, creen que la receta para la crisis pasa por iniciar cambios estructurales y estimular la economía con inversiones públicas y ayudas.
El Ejecutivo nipón ha intentado frenar el cariz que está tomando la crisis con dos ampliaciones presupuestarias antes de que termine el año fiscal 2008, en abril, para así suministrar liquidez a los consumidores y a las empresas con urgencia.
Asimismo, el Estado proveerá fondos por valor de tres billones de yenes (32.620 millones de dólares) para revertir las pérdidas de los grandes exportadores nipones, mientras que el Banco de Japón se encargará de comprar deuda de empresas y ayudar al sector financiero nipón.
Según el diario «Japan Times», el Gabinete podría ampliar el estímulo con un plan adicional de 20 billones de yenes (217.500 millones de dólares) para el año fiscal 2009. El Ejecutivo promueve estas medidas mientras prepara la convocatoria de elecciones en el momento de más baja popularidad y de aumento del paro.
Las previsiones sobre el crecimiento económico son continuamente revisadas a la baja en todo el mundo y los datos oficiales acaban dejando todos los avances como demasiado optimistas. La primera economía europea ve también oscurecer su futuro. La recesión en Alemania será aún mayor de lo esperado y calculado por el Gobierno federal y otros organismos económicos para 2009, año en el que la contracción de su economía podría superar sobradamente un 3%. Así lo anunció ayer el Instituto de Estudios Económicos (DIW) de Berlín, que pronostica para el primer trimestre de 2009 un crecimiento económico negativo en Alemania de hasta el 4,5% en comparación con el último trimestre de 2008.
El mismo instituto había calculado a mediados de enero pasado que la contracción de la economía alemana en el primer trimestre de 2009 sólo sería del 0,8%.
«Un retroceso tan fuerte de la actividad económica sería hasta ahora único en la historia del occidente y la totalidad de Alemania de la posguerra», afirmó el experto coyuntural del DIW Stefan Kooths.
La recesión se está viendo alimentada por el inusual y fuerte enfriamiento del sector primario, que afecta inevitablemente a las firmas de servicios cercanas a las empresas, explicó el experto. Kooths añadió que el resto de las empresas de servicios se ven afectadas en menor medida, ya que se benefician del desarrollo estable del consumo privado, mientras en el sector de la construcción habrá igualmente un retroceso menor que en el de las empresas productoras.
La crisis inmobiliaria e industrial ha hecho caer las matriculaciones de vehículos industriales en eneroun 67,8 % en el Estado español, la peor evolución mensual de la historia en el mercado automovilístico en cualquier segmento.