El jueves se cumplen dos meses de trabajo del Consejo presidido por Jokin Aperribay, que ha conseguido que los jugadores y los trabajadores hayan aceptado por una gran mayoría los planteamientos realizados dentro del plan de choque que proponía para reducir el déficit de diez millones en el presupuesto heredado y de ocho de tesorería.

Casi todos los jugadores han firmado ya una rebaja importante de su ficha y se trabaja para lograr el acuerdo con los que resta. Una parte la dan por perdida y otra está condicionada a la consecución del ascenso.

También la plantilla de trabajadores ha aceptado -con un 85% de votos a favor- el planteamiento realizado para reducir sus sueldos hasta junio en porcentajes que van desde el 3% hasta el 35% en escalas de 500 euros por las que el porcentaje que se descuenta es mayor cuanto más se cobra. Esta cantidad la recuperarían los trabajadores el 31 de enero del primer año en el que la Real esté en Primera. Sólo falta para cerrar este acuerdo plasmarlo en un documento y firmarlo.

Estos eran los dos objetivos del plan de choque marcado de inicio por el nuevo Consejo, que ha conseguido reducir los gastos sin debilitar la faceta deportiva. Se ha fichado a Abreu por 300.000 euros, cantidad muy inferior al ahorro que se va a conseguir, y no se ha prescindido de ningún jugador gracias a la disposición ejemplar de la plantilla, con mención especial para Xabi Prieto.

Decisiones deportivas

Al margen del éxito que representa fichar a Abreu por una cantidad ridícula en comparación con la más baja de las incorporaciones realizadas el año pasado, el Consejo ha apostado por Loren como director deportivo, trabaja en las renovaciones y ha reestructurado Zubieta.

De las cuatro prioridades marcadas por los técnicos, Zubikarai ya ha renovado y las perspectivas de que lo hagan Markel y Castillo son muy altas y además en unos parámetros económicos menores a los que les había ofrecido Iñaki Badiola. Más complicada es la continuidad de Díaz de Zerio, porque lo que puede ofrecerle la Real queda muy lejos de lo que va a poder cobrar en el Athletic.

En Zubieta, las tres personas que tenían la mayor confianza de Badiola dentro del club -Joseba Barandiaran, Josean Rueda y Joserra Eizmendi- han dejado de responsabilizarse de la cantera. Los dos primeros desempeñan ahora tareas dentro del fútbol base y el tercero ha pasado al fútbol profesional bajo la dirección de Loren. En lugar de Rueda, Patxi Illarramendi vuelve a encargarse del fútbol alevín.

Relaciones con los clubes

La responsabilidad de Zubieta recae ahora en cuatro personas. Alfredo Castresana se encarga del aspecto económico, Alfonso Azurza del apartado metodológico, José Luis Agirre de los equipos de la cantera y Xabi Lizaso de las relaciones externas con clubes convenidos y ojeadores.

En este organigrama Lizaso debe tener un papel importante porque es una persona bien considerada por todos los que han trabajado con él. La Real no puede estar enfrentada al Antiguoko, como lo estaba antes, ni con los clubes más importantes, como cuando con Rueda y Barandiaran se produjo un giro hacia el club antiguotarra. De todos los técnicos que estaban en Zubieta, Lizaso es la persona más idónea para intentar tener una relación buena con el Antiguoko y con el resto.

Cambio del lugar de la tienda

Además, en las próximas fechas se va a concretar el paso de la tienda de la Real de la calle Txurruka, donde el club no podía pagar los 14.700 euros de renta mensual acordados por Badiola con el comprador del local, a la primera planta del centro comercial Arcco en Amara, aunque para el futuro la perspectiva es ir al espacio donde estaba el bar Goitibera, en los bajos del estadio de Anoeta. Desde hace tiempo hay una previsión de realizar allí un museo junto a la tienda.

Se ha aceptado incorporar a las empleadas de la tienda al convenio del club. Todos los cambios registrados en la Real en estos dos meses han generado una mayor tranquilidad y un mejor ambiente en el trabajo. Todos los que están en el club saben que el futuro es complicado, que es necesario un ajuste entre los gastos y los ingresos y que si no se consigue el ascenso serán necesarias medidas estructurales. Los jugadores y los trabajadores han hecho su esfuerzo y han aceptado la invitación del Consejo a participar en la Comisión Económica para buscar soluciones todos unidos. Ahora esperan que lleguen ayudas desde las instituciones.

No sólo dentro del club se palpa una mayor tranquilidad desde el 20 de diciembre. El Consejo ha evitado referencias al pasado y ha apostado por mantener silencio para no alimentar las polémicas que se buscan en un esfuerzo por intentar aunar a todas las sensibilidades que confluyen en la Real y lograr la unidad que necesita este club.