El centro Tabakalera de Donostia acogerá estos días lo mejor de la producción experimental en el ámbito del cortometraje. Se trata del segundo año en el que, en colaboración con el Festival Internacional del Cortometraje Clermont-Ferrand, el centro cultural proyecta las creaciones que se han presentado en la sección experimental LABO del certamen francés. En este caso serán un total de 43 trabajos los que se puedan ver desde hoy hasta el sábado y es la única oportunidad a nivel estatal de poder acceder a ellos.

Clermont-Ferrand, que el pasado 7 de febrero cerró su 31 edición, ha premiado este año dentro de su apartado experimental a «Muto». Es un trabajo de seis minutos de un autor italiano que firma Blu Blu, en el que cobran vida algunos grafitti pintados sobre muros de Baden y Buenos Aires. Este corto clausurará las proyecciones de Tabakalera, que el sábado irán precedidas de una mesa redonda con Calmin Borel, delegado del festival francés y coordinador de la sección «Labo»; Annick Rivoire, crítica de cine y «New Media»; y Xabier Erkizia, artista sonoro, productor y periodista.

Una treintena de los cortos no sobrepasan los 10 minutos y una docena ni siquiera los 5, aunque los más largos superan los 20, como el japonés «Babin», de 30 minutos, o el australiano «Chainshaw». Ambos son filmes de animación, al igual que el ganador «Muto», una característica distintiva de este laboratorio, del que también destaca el sonido. El representante de Donostia Kultura Jose Luis Rebordinos aseguró que se trata de una selección «realmente divertida» que rompe con el tópico de que un corto experimental «tiene que ser sesudo en el peor sentido de la palabra».