Como consecuencia de las inundaciones que tuvieron lugar la semana pasada en la capital labortana el puente Mayou, uno de los pasos más importantes de la ciudad, estará cerrado durante semanas. Después de hacer una inspección para establecer la gravedad de los daños sufridos, el puente fue cerrado a las once de la mañana de ayer en ambos sentidos.

La vía que une la zona del Ayuntamiento con el barrio de Baiona Ttipia estará abierto a los peatones, pero no a los vehículos de motor para evitar el sobrepeso y las vibraciones que podrían tener efectos devastadores.

Se trata de una obra de gran dificultad técnica, ya que la fuerte corriente de agua que acogió el Errobi ha afectado a los cimientos del puente. Se aplicará hormigón en la base del puente por lo que será necesaria maquinaria náutica. El puente Mayou, que fue construido hace 200 años, no había sufrido hasta ahora ningún tipo de problema en sus dos siglos de vida.

La presa de Senpere

Por otro lado, el Consistorio de Senpere, junto con los de Azkaine y Ziburu, dieron a conocer ayer las consecuencias que tuvo la recién construida presa Lurberria en las inundaciones del pasado miércoles en Lapurdi.

La alcaldesa de Senpere, Christine Bessonart, declaró que «la presa, que tiene como objetivo absorber los caudales desbordantes y cíclicos como el de la semana, cumplió con su función».

Explicó que la presa recogió 1.200.000 m3 de agua. Se calcula que si no hubiese estado en funcionamiento habría habido una subida de las aguas de entre 50 y 60 centímetros más, lo que habría supuesto que las viviendas cercanas al río Urdazuri se inundaran.

También se pusieron en marcha los sistemas de alerta de inundaciones en las tres localidades avisados por Meteo France. Los habitantes fueron informados por teléfono del fuerte riesgo desde el martes al mediodía.