En la entrevista a Mahmud Muslah, parlamentario de Hamas en Ramallah (Cisjordania), que hoy publica GARA, éste expone los elementos básicos de la estrategia política del movimiento de resistencia palestino en el contexto actual. Tras la masacre de Gaza, en torno a las negociaciones que en este momento se desarrollan con Israel, dos son los puntos centrales de cara a un acuerdo: por un lado está la cuestión de la tregua y, por otro lado, el intercambio de prisioneros. Asimismo, respecto a las prioridades dentro del movimiento de liberación palestino, Hamas subraya la necesidad de configurar un gobierno de unidad nacional y reestructurar la ANP y la OLP.

Uno de los puntos más destacables de la entrevista es precisamente el esfuerzo de Hamas por generar las condiciones necesarias para forjar esa unidad nacional. Signo inequívoco de ese esfuerzo es, por ejemplo, que en la lista de 400 presos que formarían parte del acuerdo de canje por el soldado israelí Guilad Shalit -en manos de Hamas- los principales presos a liberar serían el líder de Al-Fatah y símbolo de la unidad palestina, Marwan Barguti, y el secretario general del FPLP, Ahmad Saadat. En el caso de este último, además, Hamas presenta su liberación como «no negociable». Con estos elementos sobre la mesa, parece evidente cuáles son las razones del creciente apoyo social de Hamas.