El sindicato ELA se encargó ayer de poner el contrapunto al análisis que el día anterior había realizado la vicelehendakari, Idoia Zenarrutzabeitia, sobre la coyuntura económica vasca. Así, si la dirigente jelkide ponía el acento en que la economía en la CAV ha crecido por encima de la media europea, la central sindical desnudaba las verdaderas razones de este pulso económico: la precariedad laboral y los bajos salarios.

De esta manera, no es el maquillado nivel de crecimiento sino la destrucción de empleo y el volumen de paro los que dan la verdadera medida de la profundidad de la crisis económica en Euskal Herria. Y en 2008 se destruyeron en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa 34.000 empleos. Por lo tanto, no es de recibo que el Gobierno de Lakua trate de dibujar el panorama con colores pastel mientras miles de familias vascas se enfrentan a una situación cada vez más cercana a la desesperación. Entretanto, la clase empresarial no ceja en su presión sobre los trabajadores: ayer, la asamblea de trabajadores de la empresa Koxka del polígono Landaben rechazó el expediente de regulación y decidió mantener la huelga indefinida. Ése es el verdadero paisaje de la crisis.