La Asamblea checa ratifica el Tratado de Lisboa, aunque quedan escollos
GARA |
La Asamblea de Diputados de la República Checa dio ayer en Praga su visto bueno al Tratado de Lisboa, aunque todavía quedan importantes escollos para la ratificación definitiva del texto en este país, que este semestre preside la Unión Europea (UE).
El Tratado de Reforma de las instituciones europeas, con adeptos en todo el espectro parlamentario excepto el Partido Comunista de Bohemia y Moravia -que siempre ha pedido un referendo-, logró reunir 125 votos, sobre un total de 200 escaños, y consiguió así, tras cuatro sesiones extraordinarias, superar la mayoría cualificada de tres quintos necesaria.
Contra el documento votó la mitad de los legisladores del gobernante Partido Democrático Ciudadano (ODS).
La formación conservadora liderada por el primer ministro, Mirek Topolanek, afronta ahora un momento crítico, ya que varios de sus miembros anunciaron que abandonarían la ODS en caso de ratificación.
«La aprobación del Tratado de Lisboa por una clara mayoría de la asamblea de diputados es un nuevo paso significativo para profundizar en la integración europea», indicó tras la votación el ministro de Asuntos Exteriores, Karel Schwarzenberg.
Pero son aún varias las condiciones impuestas por los líderes conservadores checos, a la cabeza del Ejecutivo de coalición y de la Jefatura del Estado, antes de que este país firme el Tratado. Entre ellas figura una modificación del reglamento parlamentario que impida al Gobierno delegar competencias a Bruselas sin contar con los legisladores.
Por otro lado, no se descarta que una fracción de ODS en el Senado vuelva a impugnar nuevos pasajes del texto ante el Tribunal Constitucional, como ya hiciera en 2008.
La Cámara Alta tiene previsto volver a tramitar en abril el documento, pero dado el mayor peso de los conservadores será más difícil de lograr la mayoría cualificada.