Ha dimitido Penélope, Bermejo ha estrenado una nueva serie y Garzón entrenará al Alcobendas. No me meto en política, como Franco y como las chicas de «El Intermedio» que hicieron un programa especial conmemorando el 23-F como si los chicos de Tejero hubieran triunfado. ¿De verdad no triunfaron sus tesis, aunque le quitaron un poco de brillo al charol del tricornio para despistar? Bueno, insisto, no nos metamos en política, y analicemos lo que impactaba El Gran Wyoming con bigote y tricornio presentando su programa, sus compañeras con peineta de mesa petitoria y cantando los más casposos estribillos de las zarzuelas y revistas más celebradas en el franquismo, el tardo franquismo y la transición de los churros con chocolate. Una vez más, la idea parecía buena, pero la realización dejó mucho que desear. Mal asunto, si intentan cambiar un poco el esquema, variar el cotarro para no aburrir y siempre les sale velada la foto. Tendrá que asegurar lo suyo, que es lo mejor.

Quizás este programa venga tocado por el bodrio que le han colocado por delante, «La Sexta Deportes», que es infumable, que baja la audiencia del noticiario y le deja a los que siguen la parrilla achicharrada. No funciona porque no se puede estar siempre vendiendo humo. Bueno, si al menos hubiera fuego, pero es que es humo sin hoguera, o sea, que no puede durar mucho a no ser que intenten un suicidio de franja horaria en La Sexta.

Pero según cómo se mire todo cambia, se muda, se transforma y Penélope ha ganado un Óscar, por su trabajo, y eso ha hecho cambiar la opinión de demasiados opinadores que siempre nadan a favor de corriente. Al escopetero Mariano Fernández Bermejo lo han cesado, pero lo venden como una dimisión para amortiguar los efectos y parece que se ha solucionado algo, mientras los chicos del PP crecidos por las victorias pírricas siguen de cacería y las campañas electorales de Galicia y Euskal Herria funcionan como un simulacro, como si fuera un asunto menor, algo similar a elecciones para presidente de un club de fútbol de regional. La crisis económica va a reventar parte de los reinos de taifas de las comunidades autónomas.