Elecciones del 1 de marzo
Sindicalistas piden el «voto ilegalizado» como llave de un nuevo ciclo
Gari MUJIKA | USURBIL
«El cambio real en este país vendrá de la mano de la izquierda abertzale, o no habrá cambio. Por eso, el domingo vamos a votar; va a ser un voto de honradez, de compromiso, un voto también para construir la esperanza en este país, un voto por un cambio político y social, un voto por soluciones democráticas. Y el día 2 de marzo seguiremos trabajando y apostando en Euskal Herria por un auténtico cambio político y social», aseguró ayer el ex secretario general de LAB Rafa Díez Usabiaga. Fue en un acto que reunió a cerca de setenta sindicalistas de LAB, EHNE y ESK que se pronunciaron a título personal, emplazando a que el domingo se llenen las urnas «con ese voto ilegalizado».
Mientras que decenas de sindicalistas portaban carteles con el lema «Bozkatu demokrazia» en el auditorio de la casa de cultura Sutegi de Usurbil, Díez Usabiaga arrancaba la comparecencia censurando el «vergonzoso circo mediático». Aludió con este término a esta campaña que desembocará en una Cámara de Gasteiz antidemocrática y no representativa de la voluntad popular, tras la utilización por parte de Madrid de «armas jurídi- cas de destrucción masiva de derechos civiles y políticos».
«Si aceptan todo esto...»
El ex secretario general de LAB, que ejerció de portavoz del grupo de sindicalistas, subrayó que Madrid ha condicionado de nuevo las reglas de juego de las elecciones. Y censuró con rotundidad que el resto de partidos se pliegue ante este atropello.
«¿Dónde están quienes defienden la autonomía de Gasteiz para alzar la voz? ¿Dónde, para, con dignidad, hacer frente a esta colonización? Todo lo ocurrido, ¿no es suficiente para plantarse? ¿Dónde están los que defienden el derecho a decidir? Y si aceptan todo esto, ¿qué futuro plantean para este país?», cuestionó el conocido dirigente sindical.
La imposición y la negación siguen siendo, a su entender, las claves por las que sigue rigiéndose Madrid, también para la toma de decisiones meramente políticas como la exclusión de candidaturas electorales.
Díez Usabiaga, no obstante, recordó que el telón de fondo del contexto político sigue siendo «la encrucijada» en la que se encuentra el país: «Si hace treinta años la dialéctica era reforma o ruptura, ahora la batalla es la reforma de la reforma, más estatuto sin reconocimiento ni derechos nacionales, o un marco jurídico democrático que permita el desarrollo en igualdad de condiciones de todos los proyectos políticos, incluido el independentista, bajo el respeto de todos a la voluntad popular democrática».
El grupo de sindicalistas que compareció ayer en el municipio guipuzcoano considera que por encima de las coyunturas, la realidad política muestra «un marco agotado» en los cuatro herrialdes del sur del país, «que simboliza la dependencia y la imposición española». Al respecto, recordó cómo ahora ondea la bandera española en el Parlamento de Gasteiz y en la mayoría de las instituciones de Hego Euskal Herria. «Unas instituciones que funcionan como meras sucursales de las decisiones que se plantean en Madrid», censuró tajantemente el ex secretario general de LAB.
Sumar fuerzas independentistas
Rafa Díez equipara la situación tanto en el plano político como en el económico y en lo social. Una realidad que el grupo de sindicalistas quiere cambiarlo de raíz, desde sus pilares estructurales: «Queremos una Euskal Herria nueva en el que se respeten los derechos de todos».
Tras la descripción del carácter antidemocrático de la contienda electoral del domingo, Díez Usabiaga expuso que el debate polarizado entre los candidatos a lehendakari del PNV, Juan José Ibarretxe, y del PSE, Patxi López, esconde «una continuidad del conflicto, del modelo social, de acuerdos presupuestarios y de ejemplos de clientelismo y corrupción».
Así, en el contexto de las llamadas al «voto útil», el sindicalista de LAB recordó que el lehendakari en funciones, Juan José Ibarretxe, ha tenido tiempo de sobra para demostrar «qué ha estado realizando y que ha hecho». Censuró que Ibarretxe «no ha hecho nada con esa política de crédito. Se ha plegado ante Madrid y eso no es más que un fraude». Y no sólo ocurre eso, a su parecer, en el plano político, si no que en lo social tildó también de «lamentable» el balance de Ibarretxe. Para describirlo, empleó la siguiente frase: «Ibarretxe ha sido el lehendakari de los empresarios».
Con dureza, Díez Usabiaga también recriminó al candidato jeltzale que «la única preocupación que tiene son los cálculos electorales, perder el poder en lugar de defender los intereses del pueblo». Es por ello que sentenció que ni Ibarretxe ni López representan cambio alguno, ni en lo político ni en lo económico, ya que «mientras que unos se forran, mientras que los banqueros cobran con nuestro dinero y nuestro esfuerzo, mientras que a los empresarios les bajan los impuestos, los trabajadores y trabajadoras tenemos que asumir hipotecas y unas realidades de empleo y de política social realmente negativas».
Ante esta situación, los sindicalistas que comparecieron en Usurbil subrayaron la clara apuesta, de hondo calado, por la que abogan: «Hay que sumar fuerzas independentistas y progresistas con una hoja de ruta clara, en lo táctico y en lo estratégico. Hay que sumar fuerzas independentistas y progresistas para ser eje determinante de un nuevo ciclo político en este país, que tiene que venir, que llegará, y que es imparable por mucho que se intente frenar con medidas tan antidemocráticas como las que se han planteado para estas elecciones. Hay que sumar fuerzas para un auténtico cambio político que mediante la negociación y el acuerdo permita a Euskal Herria decidir su futuro de manera libre y democrática, conquistando de esta manera un escenario de paz, de estabilidad política».
Los participantes en este acto reclamaron un cambio real que rechace de plano nuevas vueltas en la noria del autonomismo y con esquemas del pasado, un cambio que consideran imposible sin el concurso de la izquierda abertzale. Y por ello es por lo que emplazaron a la sociedad a que llene las urnas «con ese voto ilegalizado».
Con los seis votos de la izquierda abertzale y los dos de Aralar, el Pleno municipal de Usurbil aprobó ayer una moción en solidaridad con la convecina Agurtzane Solabarrieta, que junto a otros siete militantes vascos fue detenida y encarcelada en el marco del operativo contra D3M.