Obama trata de calmar con un mensaje optimista la inquietud de los estadounidenses
El presidente de EEUU, Barack Obama, trató de calmar, con un mensaje realista pero optimista, la inquietud de los estadounidenses ante la crisis. La economía protagonizó el discurso pronunciado ante las dos cámaras del Congreso, ante las que enumeró también sus prioridades.
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Barack Obama tenía previsto explicar ayer, por primera vez, a una impaciente ciudadanía estadounidense cómo piensa sacar a su país de la peor crisis que ha conocido en las últimas décadas. El presidente de EEUU debía pronunciar a partir de las 3 de la madrugada (hora de Euskal Herria) ante la Cámara de Representantes y el Senado, reunidos para la ocasión, un solemne discurso equivalente a la alocución anual sobre el Estado de la Unión -que no lo es oficialmente al llevar Obama muy poco tiempo en el cargo-, gran ritual de la vida política nacional.
Su popularidad en tiempos difíciles debería permitirle exponer la gravedad de la crisis económica y asegurar, al mismo tiempo, que sus medidas conseguirán hacerle frente y transmitir, así, a los estadounidenses que les esperan «días mejores», señaló el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.
En declaraciones previas a la cadena de televisión MSNBC, Gibbs afirmó que el presidente iba a plantear directamente a sus conciudadanos los desafíos que afronta el país.
Obama, explicó el portavoz, remarcará que «nos ha llevado mucho tiempo llegar hasta esta situación y también nos llevará mucho tiempo salir de ella. El presidente cree muy claramente que tenemos que ser honrados acerca de la situación en la que estamos». Según Gibbs, Obama «le dirá al país que ya hemos encarado desafíos más graves que los de ahora y hemos sabido hacerles frente».
Entre las medidas se encuentra el plan de estímulo valorado en 787.000 millones de dólares y promulgado la semana pasada, que Obama pasó las primeras semanas de su mandato defendiendo.
Tenía previsto hacer hincapié también en sus promesas de responsabilidad fiscal, que asegura que son imprescindibles para la buena salud del país a largo plazo. Obama prometió la víspera recortar en cuatro años el déficit presupuestario que ha heredado, de 1,3 billones de dólares, a 533.000 millones.
La alocución de anoche se produjo dos días antes de que Obama presente su primera propuesta presupuestaria, mañana, para el año fiscal que comienza en octubre.
Desafíos
Durante su intervención ante las dos cámaras del Congreso, debía incluir un apartado dedicado a la política exterior, en concreto en relación a Irak, Afganistán, Pakistán e Irán aunque el contenido internacional estaba previsto que fuera reducido y sin iniciativas o anuncios especiales, que se reservarán para otros discursos futuros.
Además, el presidente debía hacer referencia a su voluntad de reformar la cobertura sanitaria y los impuestos, así como la educación, y defender la necesidad de promover las energías renovables y de combatir el calentamiento global.
Pero fue la economía la que dominó su discurso. Según un sondeo realizado para «The New York Times» y la CBS, el 55% de los estadounidenses asegura llegar justo a fin de mes y el 64% teme que algún familiar pierda su empleo este año. Desilusionados, la mayoría de los estadounidenses piensa que se necesitarán dos años para salir de la crisis, aunque conceden el beneficio de la duda al presidente que la heredó. Así, el 68% aprueba la gestión de Obama a pesar de la oposición intransigente de sus adversarios republicanos durante su primer mes de mandato, según otro sondeo para «The Washington Post» y ABC.
El primer ministro japonés, Taro Aso, se convirtió ayer en el primer mandatario extranjero que visita en la Casa Blanca a Barack Obama, algo que hizo en su peor momento político y cada vez con más voces que piden su dimisión y exigen, incluso desde su propio partido, elecciones anticipadas antes de setiembre.
Aso y Obama analizaron la situación económica, especialmente preocupante en sus países, que ha empujado a Japón a la peor crisis de posguerra, según Kaoru Yosano, ministro de Economía. Obama aseguró que la alianza entre Japón y EEUU es la «piedra angular» de la seguridad en el Este asiático.
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El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, adelantó que Obama cree que hay que ser honrados acerca de la crisis actual, por lo que remarcó ante los legisladores que «nos llevará mucho tiempo salir de ella».
Barack Obama se comprometió el lunes a reducir a la mitad el déficit fiscal, que supera los 1,3 billones de dólares, en los próximos cuatro años, para evitar que el país se hunda en una nueva crisis.