Víctimas. Era previsible que el tema de las víctimas del franquismo, en los 35 años de paz, no iba a ir para delante. Ni al PPSOE ni a la Iglesia católica les interesa. En su cruzada personal, Aznar obtuvo «la energía subjetiva necesaria para mover la maquinaria de sentimientos» en las personas «de las llamadas asociaciones de víctimas del terrorismo», que aglutinaron a la derecha y acabaron arrollando a nacionalistas y constitucionalistas incapaces de oponerse a la carga emotiva. La «vía Aznar» era la emoción patriótica, utilizar como arma contra el independentismo el sentimiento popular por la muerte de personas civiles (las manifestaciones populares no son iguales cuando los fallecidos son de las fuerzas de seguridad). Zapatero la ha heredado.

El empleo de las asociaciones como fiscales, los foros como denunciantes y los «falsimedia» como creadores de opinión se veía minimizada por la aparición de nuevos colectivos de numerosas víctimas del régimen franquista, mayores en número, olvido y también en violencia, que no sólo hacen sombra a las anteriores, sino que explican por los hechos que el movimiento insurgente de ETA y el de otros lugares es respuesta y no causa. Con las víctimas del 11-M, menos utilizables por la autoría, ya hubo celotipia. La invocación hipócrita, reiterativa, del quinto mandamiento de la ley mosaica como axioma absoluto -«ninguna opción política justifica una muerte»- carece de sentido cuando la misma Iglesia católica señaló parte de las listas de «las ejecuciones legales» del franquismo. Causa de la muerte: «Orden gubernativa», aparece en los certificados médicos de defunción.

Ese «mandamiento» se invoca como justificación ética para condenar a ETA, pero los estados francés y español los ignoran por razón del «bien común» cuando lo consideran preciso, igual que Israel, creador del principio. Con todo, la deuda de la posguerra franquista, y por tanto la deuda de España con Nafarroa, es el genocidio cultural con dos generaciones. Se persiguió y se nos privó de la transmisión de la lengua y de la cultura. ¿Cómo serían hoy las ciudades de Euskal Herria? Saben que ETA surge como defensa de la mismidad de Nafarroa ante la violencia del franquismo. Y que esa violencia originaria, puesta al día, persiste en la actualidad.

Terroristas. Hace 41 años, el periódico del Movimiento «Libertad», de Valladolid, a raíz de la primera acción de ETA con víctimas, publicaba en su editorial «Asco»: «Hay que yugular, machacar, pulverizar, enterrar e impedir que resucite el asqueroso separatismo vasco, cobarde, agresivo, matón, criminal y traidor a la patria. La mejor palabra para manifestar el unánime sentimiento que produce en todos los españoles es ésta, asco... preferimos un minero asturiano comunista a un cura vasco separatista». Ibarretxe ha empleado también esos adjetivos. En 1979, Krutwig escribió: «En Euskal Herria no hay terrorismo vasco, tan solo terrorismo español antivasco. Los vascos no hacen más que no dejarse aplastar por todo lo que representa el Estado español... que es en Euskal Herria una máquina de opresión nacional».

Treinta años después, Julen Madariaga, en El «Correo Español» (30-12-2008), confesaba: «Para mí una cosa es terrorismo y otra lucha armada... Son gente que está luchando por sus ideas con las armas en la mano, pero yo a esa gente no le puedo acusar de terrorismo, sino de gente que esta intentando llevar a cabo su filosofía política con las armas en la mano y eso para mí no es terrorismo....».

Los sucesivos gobiernos españoles se han mostrado disconformes con las definiciones que hacen organizaciones o medios de comunicación internacionales. «El Gobierno español se ha dirigido a Amnistía Internacional en varias ocasiones para exigirle que no se refiera a ETA como `grupo armado vasco', sino como `organización terrorista'». Sin embargo, ¿por qué se autosabotea y avisa tratando de evitar víctimas? Existe una intencionada utilización e interpretación distorsionada del término para justificar decisiones judiciales. Como si el terrorismo fuera cuestión de ir en una lista, repiten ETA-Batasuna-ANV... etc. Siguiendo el silogismo que emplea el juez Garzón, para el pueblo navarro es evidente que ANV-EHAK no son terroristas, como Batasuna = ANV-EHAK; Batasuna no es terrorista y como ETA = Batasuna; ETA no es terrorista. En realidad, no combaten el terrorismo, como dicen, sino a los separatistas, y ETA es un pretexto. Todo lo que huela a independencia de Nafarroa les inquieta. España está muy enferma y Francia, que «sí sabe, pero no contesta», hace de entorno y colaborador necesario.

Nacionalistas. Napoleón institucionalizó el servicio militar obligatorio, inventó el procedimiento para que cada francés defendiera incluso con la propia vida los ideales de la revolución. Era bello, y fue imitado. «Mort pour la Patrie». Se puede decir que fue el inicio de la nación-estado. En estos escasos 200 años los estados español y francés han tratado de asimilar al pueblo del Pirineo Occidental en contra de su voluntad y siguen ninguneándolo diciendo que Nafarroa no existe. Pero Napoleón se coronó emperador, ahora los ejércitos nacionales no tienen sentido, son soldados mercenarios, y el espíritu utópico de fraternidad-libertad-igualdad ha acabado siendo sustituido por libertad-orden-propiedad privada.

El sistema, en definitiva, utiliza la libertad para conseguir la propiedad y el orden para defenderla. Los «viejos» creían que el PNV combatía por Euzkadi, gure aberria, ahora saben que combaten por las riquezas personales, por la bolsa, la cuenta corriente ,el estatus social. Ese nacionalismo de gestores es el que hizo decir a Oteiza : «No existe el abertzale de Euskadi, existe el de un partido, el abertzale de un negocio, de una ideología, de una ambición». Este PNV está al garete, no sirve a Nafarroa y el PSE-PSN-PS tampoco, políticos capones con los que hacen el caldo París y Madrid, por las buenas o por las malas, como con el señor Ibarretxe, al que han utilizado de cebo, y que identifican Euskal Herria con sus intereses y los de sus propios partidos.

Independentistas. «Confío en su responsabilidad a la hora de informar», dijo Zapatero a los medios hablando de la burbuja económica, lo mismo que habían negociado con la burbuja independentista. ¿Cuántos poderes hay? Montesquieu ya adelantó que el judicial estaría mediatizado por la forma de elección y por el legislativo. Nüremberg. Se dice que Alfonso Guerra, en 1985, en pleno rodillo socialista, cuando reformó la Ley del Poder Judicial, se jactó diciendo «Montesquieu ha muerto». Con el amigo americano había aparecido el cuarto poder como garante de la democracia; pero la frase crítica escrita sobre el poder judicial español sirve para los «falsimedia»: «Entre los que hacen lo que se espera para ser nombrados y los que han sido nombrados para hacer lo que se espera, casi no hace falta dar instrucciones». Además están la Iglesia, la Banca... ¿Qué es democracia? Esas instituciones ¿son representativas? ¿Elegidas asambleariamente?

El sistema controla todos los poderes. Para no plantearse el abismo al que se asoma la lucha por la liberación en Euskal Herria (miedo al palo de Skinner), algunos buscan acomodarse, guardar la ropa, con el «mecanismo de defensa» de racionalizarlo que evita la autocensura y la contradicción. Anne Freud. Mi falta de implicación y la inquietud moral que me produce la realidad de mi pueblo me llevan a justificar mi postura, y con ello la de otros, y lo hago porque decididamente no quiero complicaciones, para ello no tengo más que proyectar sobre los demás mi mala conciencia. Sobre ETA, que sirve de justificación para los estados español francés y para todo el que quiera. La verdad es que sólo con votos no reconocerán al Pueblo del Pirineo Occidental. ¿Nunca?

El juego de los votos es eso, un juego que alimenta el sistema para ir de oca en oca asimilando a los independentistas e izquierdistas que van entrando a jugar al olor de la sardina. Pasan la patata a otra generación para que se enfríe. Ahora los que tienen el cubilete en la mano defienden que el Parlamento vasco es democrático porque puede cambiar. Poco cambio puede haber entre iguales sin reconocer la raíz del problema, máxime cuando, según la tesis de todos ellos, ETA tiene cien mil personas detrás en Vascongadas, y eso es todo un ejército.