Los defensores del uso público de la campa de Lantzarte frente al proyecto municipal de construcción de 70 viviendas tasadas prosiguen su campaña para tratar de conseguir que el PNV reconsidere su postura; los jeltzales disponen de mayoría en el Consistorio con sus 7 ediles. Así, han logrado el apoyo de un millar de vecinos a su reivindicación de que ese espacio mantenga en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Berango, en fase de redacción, su uso «público y deportivo».

La plataforma ciudadana está a la espera de que la alcaldesa les convoque a una reunión, tal y como le han solicitado. Los vecinos no descartan presentar una moción al Pleno municipal del 26 de marzo y advierten a los jeltzales que, de no dialogar con ellos, constituirán una candidatura para los comicios locales de 2011, siguiendo los pasos de Gorliz, Plentzia y Sopela.

En una asamblea convocada por la alcaldesa el 25 de febrero, la oposición a los planes municipales fue una constante y las explicaciones de la regidora no convencieron a los críticos. «No nos oponemos a la construcción de viviendas tasadas, pero consideramos que la campa de Lantzarte no es el lugar adecuado», argumentan.

La operación impulsada por el equipo de gobierno que preside la jeltzale María Isabel Landa prevé la venta de los 12.165 metros cuadrados de la campa a la empresa foral Bizkaikur para así obtener fondos con los que levantar un polideportivo. Esta infraestructura se construiría junto al frontón y la estación del metro, concentrando todos los equipamientos deportivos en un solo punto de la localidad.

Este proyecto fue una de las promesas del PNV en su programa electoral y es una de las reivindicaciones históricas de los berangoztarras. La escasa población ¯con 6.440 vecinos censados en 2008¯ y la viabilidad económica lo han ido retrasando. Con la venta de los terrenos de Lantzarte se salvaría este inconveniente.

Con el diseño que se propone para el polideportivo se pretende también salvar la barrera arquitectónica que supone el trazado del suburbano entre Intxaurraga y Sabino Arana. La operación ya se contempló en los presupuestos municipales aprobados en diciembre y resta que el Consistorio active la recalificación de los terrenos, tal y como se avanza en las directrices del futuro PGOU.

En Lantzarte se levantaría un bloque de 70 viviendas en forma de L con estructura porticada y bajos comerciales. La nueva urbanización dispondría de planta baja y cuatro alturas, dedicándose más de 6.000 metros cuadrados a 94 plazas de aparcamiento público en superficie e itinerarios peatonales.

Los vecinos tachan de «aberración urbanística» la volumetría del inmueble que se proyecta, pues los edificios del entorno son de tres alturas. «Tienen prisa en sacar el tema ¯en referencia a la venta de los terrenos a la sociedad dependiente de la Diputación vizcaina¯ porque, al ser terreno propio, pueden ejecutar la obra de inmediato y pagar todos los proyectos que tienen en avance. Por eso, ocultan información», declaran desde la agrupación ciudadana.

Asimismo, estiman que «no es aceptable que el Ayuntamiento `venda' el proyecto de Lantzarte como `una política de enfoque social'».