El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, aseguró ayer que tiene «pruebas abundantes» contra el presidente de Sudán, Omar al- Bashir, sobre cuya eventual orden de detención decidirán hoy lo jueces de este tribunal de Naciones Unidas. Moreno Ocampo solicitó en julio de 2008 la detención del Al-Bashir, al que acusa de crímenes de guerra y genocidio en Darfur.

En una comparecencia ante los medios, afirmó que «tiene pruebas suficientes, tanto sobre los crímenes como sobre la intención de cometerlos». Esto último es necesario para poder sostener que se ha producido genocidio. También dijo «estar preparado» para cualquier decisión y esbozó tres posible escenarios. En su opinión, los magistrados «pueden rechazar la solicitud, con lo cual apelaríamos; pueden aceptarla completamente; o pueden emitirla aceptando solamente algunos de los cargos, con lo cual tendríamos que pensar qué hacer».

Sea cual sea la orden de hoy, subrayó que la decisión «abrirá una nueva política» en el caso abierto en la CPI sobre Darfur. Sobre posibles represalias en Sudán si se confirma la orden de detención, se limitó a decir que, de producirse, «solamente nos estará dando más razones para nuestra investigación».

Respuesta de Al-Bashir

Al-Bashir, que recibió el apoyo de los ministros de Asuntos Exteriores árabes, dejó claro que nunca aceptará las resoluciones de la CPI. El gobernante sudanés, de 64 años, que llegó al poder mediante un golpe militar que encabezó el 30 de junio de 1989, remarcó que no está dispuesto a «postrarse ni inclinarse» ante el tribunal, que calificó de «enemigo de dios».