Lakua recupera la incomunicación y se salta su protocolo con Castro
Hacía tiempo que la Ertzaintza no aplicaba el régimen de incomunicación a ningún detenido, pero lo ha hecho con Manex Castro, arrestado el domingo y cuyos familiares ni siquiera saben dónde está. En ese sentido, la Policía autonómica tampoco ha respetado su propio protocolo, en el que entre otras medidas se garantiza que la familia será informada del estado en que se halla la persona incomunicada.
GARA |
Mientras efectivos de la Ertzaintza registraban el lunes por la noche dos viviendas y dos garajes en busca de los vecinos de Hernani Beñat Aginagalde y Ugaitz Errazkin- según informó ayer el movimiento pro amnistía-, Manex Castro, detenido en la madrugada del pasado domingo en Villabona, permanece incomunicado y en paradero desconocido. La aplicación del régimen de incomunicación a este joven, a quien fuentes policiales vinculan con el atentado contra un repetidor de Hernani, es un dato reseñable, puesto que la Policía autonómica no había incomunicado a ninguna persona arrestada desde hace años. De hecho, el último detenido en una operación policial de la Ertzaintza posteriormente incomunicado fue Israel Torralba, en febrero de 2006, en Bilbo, a quien acusaron de tener relación con el GRAPO.
No han aplicado el protocolo
En los últimos tiempos responsables de Lakua y del PNV habían hecho hincapié en esta forma de actuar de la Ertzaintza, especialmente cada vez que organismos internacionales, como el relator de la ONU, sacaban los colores al Gobierno español por las denuncias de torturas. Al tiempo, estos mandatarios ponían como ejemplo del respeto a los derechos humanos el protocolo que desde hace algunos años años la Policía autonómica viene aplicando a la mayoría de los detenidos.
Sin embargo, en este caso la Ertzaintza también se ha saltado su propio protocolo, al menos en uno de sus puntos, el que habla de garantizar que los familiares de los arrestados sean informados de su estado.
En el llamado «Protocolo para la Coordinación de la asistencia a personas detenidas en régimen de incomunicación», hay un apartado concreto -«Servicio de atención a familiares detenidos en régimen de incomunicación»- en el que al objeto de «dar cumplida información sobre la situación de cuantas personas hayan sido detenidas por la Ertzaintza y que se encuentren en régimen de incomunicación», se especifica que a la familia directa se le facilitará información sobre el motivo y lugar de la detención y el estado de salud del detenido, entre otras informaciones.
Sin embargo, tal como denunció el lunes el movimiento pro amnistía, desde el momento de la detención los familiares de Castro no han tenido información sobre el joven, con quien tampoco ha podido estar su abogado. A los familiares sólo les llamaron el domingo por la noche para que llevaran ropa a la comisaría de Hernani, aunque el detenido no se encontraba allí. Hoy tienen previsto reunirse con el Ararteko para darle cuenta de su preocupación.
«Un espacio de impunidad»
«¿Por qué han decidido ahora incomunicar a Manex Castro?», se preguntaba en una nota el movimiento pro amnistía, mientras recordaba que, tal como han denunciado organismos internacionales por los derechos humanos, este régimen «deja un evidente espacio de impunidad para tratar a los detenidos como se quiera».
La detención de Manex Castro, coordinada con la Audiencia Nacional, se produjo a primera hora del domingo, jornada electoral, y tras haber sido publicados en diversos medios españoles artículos en los que se criticaba a los responsables de la Ertzaintza porque la Policía autonómica no había detenido a nadie relacionado con ETA en varios años. Según Interior, el joven llevaba tiempo siendo vigilado y habría sido detenido «al comprobar que realizaba movimientos sospechosos».
En la nota difundida por la Ertzaintza el domingo se informaba de que Castro sería puesto a disposición judicial «una vez ultimadas las correspondientes diligencias policiales». Hoy cumple el cuarto día incomunicado.
Preocupados por el estado de su allegado, familiares de Manex Castro tienen previsto celebrar un encuentro con el Ararteko, junto con representantes de Torturaren Aurkako Taldea, esta mañana en Donostia.
Para denunciar la detención de Manex Castro, 470 personas hicieron una manifestación el lunes por la tarde en Villabona. Ayer, 50 personas se movilizaron en Hernani.
Mientras la Ertzaintza mantiene incomunicado a su último detenido, la portavoz del Gobierno de Lakua, Miren Azkarate, se refirió ayer al caso abierto por las torturas inflingidas a dos personas durante el periodo de incomunicación. En rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Azkarate se refirió a la decisión del juez que lleva la causa contra quince guardias civiles por las torturas denunciadas por Igor Portu y Mattin Sarasola, y consideró que estas denuncias «deben ser investigadas hasta el fondo». «No hay que dejar ningún resquicio de duda, porque en un Estado de Derecho no se puede consentir que se practique la tortura, por muy condenable que sea la valoración ética que nos supongan las dos personas detenidas», manifestó.
Quien no tiene duda de en qué lado está es el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, que ayer elogió «el rigor fuera de toda sospecha» de la Guardia Civil. A su juicio, las FSE actúan con «toda corrección» en su actividad contra ETA.
Desde Madrid, la diputada de NaBai, Uxue Barkos, ha pedido la comparecencia del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, por este caso.
