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LAB apuesta por la huelga general por un cambio social y político

La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, apostó ayer por abrir una nueva ofensiva sindical en la lucha de los trabajadores en el actual contexto de crisis, y destacó la necesidad de la huelga general como herramienta para impulsar un cambio social y político. En el homenaje a las víctimas del 3 de marzo de 1976, recordó que entonces los trabajadores también salieron a la calle a defender sus derechos y exigir cambios, por lo que fueron tiroteados.

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Pablo RUIZ DE ARETXABALETA |

La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, recordó ayer, en el homenaje que el sindicato abertzale llevó a cabo en recuerdo de las víctimas del 3 de marzo en Gasteiz, que esta fecha debe servir para subrayar los retos de los trabajadores y dar nuevos pasos en la lucha por un cambio social y político en Euskal Herria. «Es tiempo de una nueva ofensiva sindical que abra una nueva etapa en la lucha de los trabajadores que tenga como ejes la defensa del empleo y el reparto de la riqueza», afirmó.

Etxaide subrayó que «la huelga general es una herramienta para abrir esa nueva fase» y para conseguir «un cambio social que haga frente al régimen establecido».

Etxaide llamó a intensificar la lucha, tanto en los centros de trabajo como en la calle, para lograr «cambios laborales, sociales y políticos» ante la actual situación de crisis porque «no va a haber un cambio desde la actual clase política, ya que está alineada con el capital». Por ello insistió en la «necesidad de una huelga general que abra una nueva fase sindical para defender los derechos sociales y de los trabajadores». Denunció que en 1976, asesinaron trabajadores porque, como hoy, «todo vale para defender el régimen establecido». En el acto participó también el juntero de la izquierda abertzale Aitor Bezares, que, recordó que, al igual que en 1976, en la actualidad «es necesario un cambio de verdad y no, como algunos quieren imponer, una mera reforma». Bezares señaló que se ha avanzado en el camino marcado aquel 3 de marzo, con el que se «superó la trampa de la transición, y que continuará por encima de pucherazos electorales orquestados por los mismos que hace más de 30 años vendieron a su pueblo por un plato de lentejas». También intervino un representante del comité de Esmaltaciones, inmersa en un proceso concursal.

Por otro lado, el teniente de diputado general alavés, Claudio Rodríguez, aseguró que el próximo verano empezarán a pagar las indemnizaciones a las víctimas del 3 de marzo en verano y que el proyecto de norma foral sobre las mismas está en fase de desarrollo. La Diputación está negociando la norma con la asociación de víctimas, debido a que incluye algunas dificultades para que puedan acceder a las indemnizaciones.

Valores del 3 de marzo frente a la precariedad y falta de libertades

«Justicia, verdad y reconocimiento» fue de nuevo la exigencia de miles de personas en la manifestación que recordó los hechos del 3 de marzo de 1976, cuando la Policía mató a cinco trabajadores e hirió a un centenar al atacar una asamblea en la iglesia de San Francisco, de Gasteiz. En el acto previo a la manifestación, Eva Barroso, hermana de una de las cinco víctimas, afirmó que después de 33 años la lucha tiene plena vigencia ante la precaria situación sociolaboral y la falta de libertades, lo que «exige recuperar la solidaridad y la unión de la lucha del 3 de marzo», afirmó. Además, mostró la solidaridad de la Asociación de Victimas del 3 de marzo con Amparo Lasheras, encarcelada por encabezar la lista electoral de D3M y colaboradora de este colectivo, y reclamó que se archive la causa abierta por la Ertzaintza contra tres miembros de la asociación tras una carga policial en 2006. Por su parte, los sindicatos animaron a los trabajadores a expresar su rabia por los despidos y expedientes y denunciaron a la banca, los empresarios y las administraciones como responsables. En la manifestación participaron trabajadores de Laminaciones Arregui, vestidos con buzos y cascos, contra los despidos en su empresa, así como trabajadores de Recticel, amenazados con un expediente. Se escucharon gritos de «Policía asesina», «Patronal, escucha, estamos en lucha» o contra Fraga. La manifestación finalizó con la proyección de un montaje de vídeo en el que se mostraban imágenes de los sucesos del 76 y de la carga de la Ertzaintza de 2006, en las que se intercalaban las caras de Manuel Fraga, y del consejero Javier Balza. GARA

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