María Quintanal, subcampeona olímpica en Atenas, vuelve a disparar como dominicana
María Quintanal dispara la adolescencia. La bilbaina, campeona europea y mundial y única tiradora vasca en un podio olímpico, regresa a la competición internacional vistiendo la camiseta dominicana tras cuatro años de ausencia por discrepancias con la Federación Española.
Miren SÁENZ
El teléfono de María Quintanal no ha parado de sonar desde que el lunes la revista Interviú desvelara la noticia de que la subcampeona olímpica en los Juegos de Atenas'2004 volvía a la competición oficial bajo pasaporte dominicano. Cuatro años después de que la vizcaina dejara de frecuentar las citas internacionales por discrepancias con el seleccionador español José Luis Pérez Sanz, la bilbaina volverá a empuñar las armas en los Juegos Centroamericanos, que se celebran la próxima semana en Guatemala.
Quintanal, que obtuvo la doble nacionalidad en 2005 tras su ruptura con la Federación Española de Tiro, ha cumplido el período exigido por la Internacional para poder competir con la camiseta del país caribeño. No irá sola. Le acompañará su marido, el canario Sergio Piñero, experimentado tirador en doble trap y undécimo en los Juegos de Sydney 2000 al que conoció en la selección española, que la bilbaina frecuentaba desde 1.989. Su esposo también forma parte del equipo dominicano que entrena su padre.
Afincada en Las Palmas tras su matrimonio, estos días soportaba la calima con parecido malestar al de las llamadas de los medios. «No quiero hablar de eso. Han salido unas declaraciones sin mi consentimiento y no quiero decir nada al respecto», respondió a GARA en referencia a un asunto que colea desde la gran cita griega, de donde regresó convencida de no volver a entrenar con Pérez Sanz en un pulso con clara repercusión en su carrera deportiva.
Alejada de los eventos internacionales desde entonces, la bilbaina se ha dedicado a trabajar en la empresa familiar de extintores y otros artículos relacionados con la seguridad contra los incendios que ya atendía antes, cuando estaba incluida en el Plan ADO y percibía las ayudas correspondientes de la Federación Española. También a compartir más tiempo con su hija Arantza, de siete años, descansar y entrenar los fines de semana: «Menos mal que aquí tenemos un campo de tiro», menciona. Practica la modalidad de foso olímpico, «porque la de doble trap desapareció del programa para las mujeres tras los Juegos».
Nervios de acero
Sin las exigencias físicas de otras modalidades, «aunque estar bien también ayuda», su estado es una incógnita en un deporte para el que se requiere puntería, buena vista, mucho tesón y amplias dosis de serenidad. «Llevo cuatro años sin salir a escena y no sé cómo me voy a encontrar porque no es lo mismo entrenar que competir», asegura respecto a su presencia en los Centroamericanos. Con 39 años reconoce que «lo bueno que tiene esto es que no hay límite de edad. No sé lo que puedo hacer en Guatemala, no pienso en puestos, sólo en participar que es lo más importante», señala, por una vez coincidiendo con el tópico.
Elegida en 2004 mejor deportista de Bizkaia, como tiradora lo ha sido todo. Se colgó el oro en doble trap en el Campeonato del Mundo de Chipre en 2003, es cuatro veces campeona de Europa de tiro al plato, llegó a tener el récord del mundo de foso olímpico -que ya no posee por los cambios que cada cierto espacio de tiempo introduce la Federación Internacional- y el colofón a ese ciclo llegó con la plata en Atenas.
Admite que esta medalla no le cambió la vida «para nada. Esto es como todo, un boom. Sacas la medalla, la foto y adiós. Se olvida. Luego llega el siguiente periodo olímpico y algunos se acuerdan de tí. Esto pasa en los deportes minoritarios, en los otros, como el fútbol, no», explica.
Ahora siente que empieza de cero, incluso en el terreno económico, en donde pasó de tener la beca máxima de 48.000 euros a no cobrar un euro. Dice que la munición se ha encarecido mucho. Una caja de 25 cartuchos anda por los 4,20 ó 4,30 euros y ella gasta como mínimo cinco cajas por entrenamiento. Mantiene la escopeta que tenía. «Está aguantando», señala esta vasca afincada en Canarias y para la que la República Dominicana será algo más que un destino vacacional. Con su nueva camiseta, María Quintanal volverá a frecuentar esta temporada las pruebas de la Copa del Mundo, el Campeonato del Mundo de Eslovenia en agosto y quizás los Juegos de Londres'2012.