En un anuncio televisivo que se repite con profusión, un consumidor de telefonía vomita al comprobar el importe de la factura que acaba de recibir. Hay creativos publicitarios que no se andan con sutilezas, que buscan el impacto directo. Otros, al contrario, narran historias con sabiduría. Como en casi todo, existen tendencias, modas, circunstancias o casualidades que hace que coincidan en el tiempo y en la parrilla anuncios muy parecidos en su forma, aunque promocionen cosas bien diferentes.

Un refresco a base de té vuelve a la carga con una serie de anuncios que buscan la atención a través de su extensión narrativa. Se trata de un anuncio coral en donde en algún lugar de la tierra se rebelan sus habitantes contra los perfectos. Así de claro, incluso escriben en las paredes del barrio: «Perfectos go jom (sic)», y otras sutilezas. Las declaraciones de los personajes contra los perfectos forman una estructura de comunicación que atrae, divierte y nos coloca ante una paradoja, pues lo normal es que las manifestaciones vecinales sean para echar lejos de sus propiedades a los imperfectos, las clases más pobres, los desamparados, los excluidos.

Casi nadie es perfecto, pero realmente vivir entre perfectos debe ser muy agobiante. Porque perfectos son los personajes tramposos y sentimentaloides de otro anuncio de una conocida marca de refrescos. O Rafa Nadal que solamente le falta por anunciar los nuevos tampax ya que está anunciando toda suerte de productos. Probablemente el creativo publicitario al idear esa lucha contra la perfección intentaba crear una metáfora sobre la situación política y económica que vive el mundo, y dentro del mundo las tres provincias vascongadas.

Casi nadie se cree casi nada; casi nunca se toma casi nadie en serio a casi nada. Pero las cosas suceden a veces por la inercia de vacío que provoca la incredulidad. Pachi López en Ajuria Enea forma parte de un anuncio publicitario paradójico, pero puede suceder aunque nadie se lo crea, y que otros dentro de su soberbia perfección de propiedad institucional piensen que llegará Pepiño un día de estos y pinchará el globo. Habrá que tomar biodramina para el mareo.