«Nos gusta bastante lo latino. Es un estilo que vamos a seguir explorando»
Pablo CABEZA | BILBO
Vendetta nace en 2007 como consecuencia del disco recopilatorio «16 kolore jai bat», doble cedé que, de un lado, reúne los himnos de cada peña Sanferminera y, de otro, los mismos cantos, pero interpretados por diversas bandas de la ciudad. La peña Irrintzi le propone a Skalariak que le dé unas vueltas a su himno, pero éstos se encuentran ya criogenizados y sin fecha de restauración marcada, aunque con posible regreso. No obstante, Javier Etxebarria y Luisillo Kalandraka, guitarra y bajo de Skalariak respectivamente, se quedan con la historia de la petición y, finalmente, se animan ellos mismos a dar forma a la solicitud. El disco de las peñas se presenta fechas después en la sala Artsaia de Aitzoain, por lo que la pareja debe de ensayar algún tema más con el objetivo de dar cuerpo a su actuación. Para la ocasión, rescatan el «Egunero», vía Hertzainak, y la «Mala vida», de Mano Negra. En los ensayos, las buenas vibraciones son tan contaminantes que, lo que comienza siendo un resfriado, termina en una fenomenal gripe a la que bautizan como Vendetta. A la idea de los dos Skalariak se une Ruben a la trompeta, que ya había estado en Skalariak en sus tres últimos años, Enrikko a la batería, otros dos años en Skalariak y Pello, el más joven, 18 años, al trombón, un fichaje de la activa cantera de Sakana. Con esta formación, en 2008 comienzan los ensayos, las proyecciones de futuro, las primeras composiciones, actuaciones en garitos y la oferta del sello GOR para materializar en disco sus ritmos skatalíticos, rockeros y latinos.
En el inicio del disco suenan ustedes muy italianos. Recuerdan a su compadre Carotone.
Quizá haya alguna similitud. Nosotros, somos grandes amantes de la Bella Italia, de su música. De alguna manera, sí se respira un toque italiano en el disco y en los directos. De hecho, la intro para empezar los directo y el tema que soltamos al final son de Fred Buscaglioni. «Loco» es un canto canalla a la vida desenfrenada, a disfrutar de ella, con el toque de locura necesario para soportar este mundo. ¡En Vendetta hay locura para dar y regalar!.
¿Han surgido con el objetivo de dar guerra en el verano o con deseos de permanecer?
La verdad es que nos parecería absurdo montar todo este tinglao para desaparecer el invierno que viene. Eso de la canción del verano no va con nosotros, se lo dejamos a King África o al de «El chiringuito», ja ja ja. Estamos trabajando muy a gusto y espero que esto no deje de dar frutos. Así que, por ahora. va para largo.
¿Qué concepto tienen del ska, cómo lo interpretan?
Para nosotros, el ska es música divertida y muy abierta a mezclarse con otros estilos, lo que le da un punto interesantísimo. En cuanto a las letras, el carácter sociopolítico reivindicativo, intrínseco al movimiento, le otorga ese calor especial de igualdad y justicia.
¿«Egunero» es, de paso, un homenaje a los ochenta?
¡Maravillosos años 80! Insuperables o no, maravillosos. Y no lo digo con nostalgia, lo digo porque ahora, veinte años después, notas todo el poso que dejaron en tu cabeza aquellas bandas. «Egunero» siempre lo tocamos en directo, desde el primer día que subimos a un escenario. Somos fieles a la adaptación que hicieron Hertzainak y nos resulta imprescindible.
Se percibe también un toque latino en varias partes del disco y, de otra, colabora con ustedes Konejo, singular cantante de Impekables, sucesores del sonido napar-max de Kojón Prieto y los Huajolotes. ¿Sigue la fiesta?
Sí, nos gusta bastante el rollo latino. Es un estilo que vamos a seguir explorando con el tiempo. No tocamos napar-mex, pero Huajolotes es una banda que amamos, son familia y siempre están ahí para echar un cable. De todas maneras, Konejo le da el punto ranchero macarra a su colaboración en «Loco».
«Soy de barrio» es una de las mejores canciones del disco y con muchos elementos para ser efectiva en directo. ¿Quién está detrás de la segunda voz?
La voz principal es la de Javier Etxeberria, que es quien canta la mayoría de los temas. Es una canción que la tocamos muy a gusto en directo, tiene una mezcla entre latino y ska. La verdad es que es un buen punto de partida para seguir investigando alrededor de lo latino. La voz del final es la un chico de Senegal llamado Ada, que vive en Iruñea. Javier grabó una maqueta a su grupo de rap, Pueblo Negro, y le invitamos para cantar en nuestro disco, una parte la canta en wolof (senegalés), así se explaya en su idioma materno. El tema nos gusta mucho y, además, se ha mejorado en estudio.
La introducción de «Kolorez busti» nos remite a un clásico en el tiempo.
El tema en sí es una composición mía y de Pello, aunque hay que reconocer que se utilizó una melodía del ruso Dmitri Shostakóvich como introducción y final de tema.
Siguiendo con la exclusividad navarra por la fiesta, son también compañeros festivos de Gualitxo, otros destacables.
Son buena gente. Hemos coincidido en alguna actuación con ellos y son una excelente banda. Han hecho un buen disco. Siempre es un gusto compartir escenario con ellos, muy buen compadreo. Sí, y continúa el cambalache.
¿Definitivamente Nafarroa dejó de ser jevilona?
En la capital del viejo Reyno tuvo su esplendor y la verdad es que sí que había garitos y mucho movimiento heavy, del que hemos disfrutado durante años tanto Javier como yo, pero ya no es lo mismo, aunque quizá lo veamos así porque tampoco nosotros seamos los mismos.
Si alguien desea alegrarse la mañana tras una noche de pesadilla -el motivo es lo de menos-, que se despeje con «Vendetta», el álbum debut de los navarros Vendetta. Grupo que retoma el aire festivo del ska y el rock urbano. Algo así como un compendio de burbujas del rock vasco de los ochenta (desde Tijuana in Blue a Potato, pasando por los telares de Korroskada o Hertzainak), pero serigrafiadas con una sonoridad renovada (aportación de sonidos latinos) gracias a la solvencia y porte musical de cinco notables artistas de amplia experiencia. En «Vendetta» hay de todo y organizado. El ska predomina, pero también se dejan abrazar por toda la utilería del rock y los ritmos de cintura. Logran un disco variado y, a la par, coherente en su anárquico desmadre. El verano va con sus colores y los navarros con su paleta repleta de matices y ritmos.
Antes de llegar a Vendetta, Javier Etxebarria pasó por Mala Fama, Skalariak y Huracanes. Luisillo Kalandraka nació musicalmente en Burni, una de las formaciones pioneras de Sakana, siguió por Ortzi, terminó en Skalariak y simultaneó con Huracanes. Ruben Anton debutó en 2000 con la Orquesta Ekus, después Skalariak. Enrikko se hizo como músico en la Euskal Gazte Orkestra, pasó por Opus III Percusión Ensemble (grupo de percusión de la Sinfónica de Euskadi), Waika, Bluesez Blai, Drindots y el último año de Skalariak. Pello Reparaz debutó el año pasado en Kalegiñez y, de paso, en Vendetta.
P. C.