Alvaro Reizabal Abogado
¡Al paro y al Fogasa!
No acierto a comprender cómo se puede luchar contra la Ley Concursal aceptando resignadamente y por pragmatismo sus consecuencias: patada en el culo y al paro, y nosotros a callar porque en el concurso va a ser muy difícil conseguir más
Acabo de llegar de una asamblea de trabajadores y aún me estoy frotando los ojos. Se trata de una empresa abocada irremediablemente al cierre: no hay la materia prima necesaria para producir y todo el mundo es consciente de que pasará a engrosar las filas del millonario ejercito de parados. La discusión entre los afectados y sus respectivos asesores estriba en la forma de llevar a cabo la rescisión de los contratos de trabajo, el paso al desempleo, el señalamiento de las indemnizaciones y su cobro posterior.
Hemos asistido los casi cuarenta trabajadores afectados, los asesores de tres sindicatos diferentes y yo mismo. La empresa pretende presentar un ERE con anterioridad a la solicitud ante el juzgado de lo mercantil del concurso de acreedores, inevitable en todo caso, a la vista de la situación de insolvencia en que se encuentra.
Quieren que el expediente se resuelva con acuerdo por parte de los obreros afectados y venden como «ventajas» de la propuesta patronal que así pasaran al paro mas rápidamente y podrán acudir antes al Fogasa para percibir sus indemnizaciones. Al ser el expediente con acuerdo y en virtud de lo establecido por el convenio colectivo del sector, se señalarán indemnizaciones a razón de 45 días por año de antigüedad, con tope máximo de 18 mensualidades, si bien es cierto que la parte de indemnización que Fogasa no pagará es de muy dudoso cobro, al tratarse de créditos ordinarios anteriores al concurso.
Entre los afectados y sus asesores existe el convencimiento de que la situación de insolvencia se debe a una gestión, que por ser finos y no descubrir demasiadas cartas por el momento, calificaremos de irregular. Por ello algunos opinamos que hay que oponerse al ERE, rescindir los contratos por incumplimiento contractual e intentar luchar fuera o dentro del concurso por lograr mayores indemnizaciones, y, sobre todo, que paguen quienes han creado la situación, se han hecho con un importante patrimonio personal y ahora pretenden dejar a la gente en la calle, con el paro y lo que pague el Fogasa, pero sin rascarse su abultado bolsillo.
Tras diversas exposiciones por parte de los asesores sindicales en el sentido de que la Ley Concursal ha supuesto un autentico golazo para la clase trabajadora, y que por tanto hay que luchar contra ella, todos, de forma unánime, y apelando al pragmatismo, se han pronunciado a favor de aceptar la propuesta de la empresa, porque así se rescinden antes los contratos, se pasa al paro, y se cobran antes la indemnizaciones del Fogasa, aunque esto último está por ver.
No acierto a comprender cómo se puede luchar contra la Ley Concursal aceptando resignadamente y por pragmatismo sus consecuencias: patada en el culo y al paro, y nosotros a callar porque en el concurso va a ser muy difícil conseguir más. Desde luego, seguro que no conseguiremos nada más si no lo intentamos. Ganar sin luchar es imposible.