Al campo del líder
Una visita a Xerez que a juicio de Lillo puede significar un punto de inflexión
GARA | DONOSTIA
«Punto de inflexión», «inyección de autoestima»... Todo eso y más puede significar un triunfo blanquiazul el próximo domingo en Chapín, el feudo del líder Xerez. Juanma Lillo trajo a colación el partido jugado la pasada temporada en Málaga. Entonces, los malacitanos sacaban 8 puntos a los guipuzcoanos. La victoria voló a Donostia y la Real se metió nuevamente en la pomada. El problema es que ahora la Real está a 7 puntos no del Xerez, sino de la tercera plaza que certifica el ascenso a Primera.
El tolosarra definió al conjunto andaluz como «un martillo pilón», en referencia a su facilidad anotadora, aunque destacó la baja de su mariscal de campo Viqueira, un hombre que suple su falta de físico con un excelente toque de balón y una buena visión de juego.
Apelación reconoce el penalti
El Comité de Apelación dejó sin efecto la tarjeta amarilla que Xabi Prieto vio el domingo ante el Sevilla Atlético después de que el árbitro estimara que el donostiarra se tiró en el área rival. Según este organismo, el colegiado cometió un «error material manifiesto», puesto que las imágenes «acreditan que Prieto sufre una entrada violenta con contacto físico inmediato por parte del defensor».
Por otro lado, Mikel González entrenó ayer con el resto del grupo después de que la víspera abandonara la sesión debido a un bloqueo lumbar. Otro bloqueo, en este caso cervical, hizo que Diego Rivas se ausentara para visitar a un osteopata.