El Baskonia se la jugará en el Palau
Fantasmas del ayer emergieron para complicar el futuro
Nicola Vujcic y Theo Papaloukas, verdugos azulgranas en anteriores Final Fours con Maccabi y CSKA, lideraron a un Olympiacos que minimizó a un Baskonia demasiado nervioso y que se la jugará ante el Barcelona con el factor cancha en contra para estar en Berlín.
TAU BASKONIA 80
OLYMPIACOS 88
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
Nicola Vujcic y Theo Papaloukas, dos de los verdugos del Baskonia en Moscú, Praga y Madrid, recuperaron ayer su mejor versión para liderar al Olympiacos y complicar la presencia azulgrana en Berlín, para lo que deberá superar un factor cancha que tiene en contra ante el potente Barcelona. La experiencia de ambos, junto a Halperin, dinamitaron, con su saber estar, un choque en el que no valía con sólo atacar.
Prácticamente desde el primer minuto de juego, el Baskonia se vio incapaz de parar la calidad ofensiva de Olympiacos. Amparados en la calidad individual de Vujcic, que hizo mucho daño, y de los triples imposibles de Halperin -3/3 en el primer cuarto-, los griegos abrieron brecha en el marcador y un socavón en la moral baskonista, que tampoco en ataque encontraba argumentos para cerrar el marcador.
Como en esos días en los que la cosa no marcha, Ivanovic buscó el revulsivo con el equipo, llamémosle, más defensivo, pero no sólo no fue efectivo atrás, sino que en ataque se atascó alarmantemente.
Mientras Papaloukas acertó a poner el ritmo que más le convenía a sus estrellas, que anotaron prácticamente desde todas las posiciones, el Baskonia confundió las ganas con la precipitación, cargando las tintas quizá excesivamente sobre el arbitraje, y se complicó mucho la existencia con sólo tres canastas en juego en un segundo cuarto que terminó 14 puntos por debajo, habiendo llegado a caer por 16.
Décimo aniversario
En el décimo aniversario de la victoria frente al PAOK en la Recopa, había quien confiaba en rememorar la remontada ante otro equipo griego. Sergi Vidal hizo de Ramón Rivas y el pabellón comenzó a soñar. Ivanovic puso a Mickeal para parar a Papaloukas y el griego lo acusó, pero entonces la tarea de dirigir a los suyos recayó en Nicola Vujcic y el croata sentó cátedra.
Aunque les costó, los tiradores baskonistas como Teletovic -Rakocevic apenas jugó en la segunda parte- y Vidal, con un público que cada vez creía más en la remontada, fueron cerrando el marcador hasta ponerse a tres (74-77) tras una canasta del capitán, pero los gasteiztarras fueron incapaces de nivelar la contienda y, en un final apretado, Papaloukas -crecido ante los continuos silbidos y quizá excesivamente gesticulante- manejó los tiempos mejor que nadie para que el triunfo no se les escapase a los visitantes.
Aunque fuera con una derrota, Dusko Ivanovic vio avaladas las tesis que ha vendido manteniendo durante todo el año. «El de hoy era un partido decisivo y estos partidos no se ganan sólo en ataque, debemos defender mejor. Tenemos que cambiar de mentalidad y defender mucho mejor, porque los partidos no se ganan en ataque». El montenegrino lamentó «la falta de agresividad y paciencia en un encuentro tan decisivo donde no podemos conceder 51 puntos en el primer tiempo. En la segunda parte hemos estado más incisivos pero sin tener ese puntito de necesidad y acierto necesarios».
Jon ORMAZABAL